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Caí tontamente en la tentación de Sim Jaehyun, pero díganme lo que quieran, llámenme como sea, lo volvería a hacer mil veces más.
No negaría la tortura que era verlo en el colegio, lejos mío junto a sus amigos y junto a Olivia. Mientras yo estaba a metros de él junto a mi mejor amiga y mi novio, porque sí, Jinwoo aún era mi pareja. Jaehyun me pidió que mejor no terminara mi relación con él cuando vio que así podría disimular nuestra relación, solo que con la advertencia de no mostrarle amor cuando él estaba cerca, y así lo hacía.
Cada que Jaehyun estaba cerca, evitaba las muestras de cariño de Woo. Me dolía en el corazón hacerle esto a Jinwoo, lo amaba, pero no lo amaba como a Jaehyun, aún si últimamente me cuestionaba si era amor u obsesión, que importaba cuando había caído más profundo entre sus garras. Y cómo no hacerlo si cada sábado en la noche me hundía bajo sus sábanas y disfrutaba de todo lo que él podía ofrecerme. Estando una vez más aquí frente a él.
Sus besos se desplazaban de mi cuello hasta mi hombro cubierto por una ligera tela la cual bajó con una suavidad estimulante, haciendo lo mismo con la otra, besando aún con delicadeza. Sus manos tomaron el final de mi blusa para subirla y despojarme de ella, quedándome en sujetador por solo unos segundos, ya que también lo quitó, haciendo mis tetas rebotar ligeramente al ser liberadas y mis pezones endurecieran por el cambio de temperatura. Besó ligeramente mis montes, como amaba cuando era delicado conmigo, pero entonces como siempre cambió.
Empujó de mi hombro para tumbarme completamente sobre la cama, me observó divertido. Sus manos se pusieron a mis costados para poder acercarse a mi fácilmente y así tomar uno de mis erectos botones entre sus dientes y tirar de el, logrando que suelte un gemido de dolor que claramente sabía que le excitaba, pasó su lengua como para aliviar el dolor, pasándola en círculos por mi areola y chupando de ella. Hizo lo mismo con el otro, su ritmo intenso y ligeramente rápido era entretenido de sentir.
Así bajó entre chupones por mi estómago hasta llegar a mi vientre, me quitó la ropa inferior que aún tenía para dejarme completamente desnuda frente a él, como él mejor me prefería.
Su boca inmediatamente fue a mi vulva y la comenzó a devorar, me sentía completamente vulnerable bajo suyo. Su lengua era increíble, la podía sentir explorar dentro mío cada que vez que me hacía un oral, tomando mi esencia de mis paredes que se apretaban ante su rosada intromisión, el placer que me otorgaba hizo que me corriera en su boca. Él se alejó de mi entrepierna una vez terminó de recolectar todo mi orgasmo, y nuevamente sonrió para comenzar a quitarse toda su ropa. Su mano tomó su miembro y se acarició unas veces para luego decir.
— Hoy no usaremos condón, muñeca. Hoy serás mi puta de semen. Ahora abre bien esas piernas, cariño.
Hice lo que dijo, me agarré las piernas abriéndolas para él y se posicionó en mi entrada, no sin antes pasar su longitud por mi franja, y de una estocada entró en mí, sacando un grito mezclado de placer y dolor, él no esperó a que me acostumbrara, como ha moler en mi fuertemente como le gustaba hacérmelo y como me gustaba que me lo haga.
