(Puede ser sensible para muchas personas, te invito a dejar de leer si te molestan estos temas. OJO PIOJO)
Warning: incest, riding, breeding.
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Adorabas a tu hermano con toda tu alma, desde pequeña él siempre te cuidó y amó. Pero al comenzar a crecer, su comportamiento en ti cambió, te dolió verlo de la noche a la mañana distante.
Ya no te daba besos, ya no te abrazaba ni te decía que eras la niña más linda del planeta y no entendías por qué. Sin saber que algo dentro de él comenzó a cambiar al verte crecer, empezó a tener pensamientos insanos contra su hermana menor, verla cómo estaba creciendo, se hacía más hermosa con el pasar del tiempo y su cuerpo... comenzaba a volverse más pecaminoso.
Vio todo tu proceso de crecimiento, viendo cómo te crecían los senos, recordando que muchas veces no usabas tops para eso y se notaban tus pezones. Ver como tu cintura empezaba a achicarse y tus caderas a ensancharse.
Soñar que golpeaba contra tu feminidad con dureza, hundiéndote en gemidos bajo su cuerpo fue la gota que derramó el vaso.
Tenía que parar, aquellos pensamientos tenían que parar, no era nada bueno pensar en follarse a su linda hermanita menor, que la vio crecer y la amó desde el primer momento que la vio, y entonces decidió alejarse de ti, sin importar lo que ibas a pensar de eso, él necesitaba detenerse. Pero tú querías a tu hermano junto a ti, querías que te amara como lo hacía antes. Y como últimamente paraba en su cuarto encerrado, lo fuiste a visitar.
Estaba leyendo un libro tumbado sobre su cama, al verte entrar simplemente te dio una mirada y volvió su vista al libro. Fingiste que no te dolió aquella reacción y aun así te acercaste a él alegremente.
— Jaesung~. — te sentaste a lado suyo. — ¿Qué lees? — no te respondió, pero alzó el libro para hacerte ver la carátula. — Oh... y... ¿es interesante? — asintió. — Jaesung... — siguió sin hacerte caso. — Hermanito... ¿por qué ya no me quieres?
Sus ojos subieron hasta tu rostro y vio cómo hacías una expresión a punto de llorar, se le achicó el corazón.
— ¿Hice algo malo? Ya no me tratas como antes, quiero a mi hermano mayor de vuelta. — vio una lágrima deslizarse por tu mejilla y se odió por eso.
Dejando su papel de alejarse de ti, colocó rápidamente el libro en su mesita de noche para acercarse y coger tu rostro entre sus manos, pasando sus pulgares por donde aquellas lágrimas pasaron.
— No, no, no llores pequeña. Yo... ah... lo siento, lo siento tanto. — te abrazó.
Pero instantáneamente se arrepintió cuando sintió tus senos aplastarse contra su pecho y tus manos deslizándose por su espalda. De pronto recordó su sueño de la noche anterior, donde te tomaba por detrás y machacaba tu interior con vigor. Sintió como su miembro comenzaba a despertar.
