JINWOO | Babysitter II

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Bien, si antes no lo notaba como él dijo, ahora me era imposible ignorarlo

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Bien, si antes no lo notaba como él dijo, ahora me era imposible ignorarlo. Ya sea estando en su casa o en estudiando, donde estaba pendiente en cruzármelo por los pasillos o encontrarlo en el comedor. Mis ojos siempre lo buscaban.

¿Qué me había hecho aquel hombre?

Hubo un día donde no soporté más hacernos los indiferentes, los que no nos conocíamos en la universidad, y decidí sentarme junto a él en la cafetería. Llamando la atención de sus amigos y de los míos al ver que me senté en otro lugar.

— Noo-noona... ¿qué haces aquí? — preguntó nervioso por mi aparición y sus mejillas se sonrojaron.

— Vengo a comer contigo. — dije de la forma más normal posible.

— ¿La conoces? — interrogaron sus amigos a mi Jinie.

— Eh, sí, ella es Haneul, es niñera de mis hermanos menores.

— Oh, si que tienes suerte de tener una niñera tan sexy.

— ¿Qué dijiste? — de repente su tono de voz bajó y su ceño se frunció.

— Que está sexy, ¿tienes novio?

— N...

— Sí, sí lo tiene. Mantente alejado de ella, no seas idiota, Yoon.

— Uy, lo siento. — él chico alzó las manos en defensa.

Jinwoo se paró de su asiento y me extendió la mano.

— Vamos.

— Aún no termino mi...

— Vámonos. — insistió.

Tomé su mano y entrelazó nuestros dedos, dirigiéndonos fuera del cafetín hasta dar en un pasillo solitario.

— ¿Por qué hiciste eso? — me cuestionó frunciendo su ceño, tenía algo en aquella mueca que lo hacía ver muy tierno.

— ¿Yo? ¿Tú por qué hiciste eso? No me parece muy normal que me sacaras así de tu mesa, ni siquiera terminé mi comida. — hice puchero atrayendo sus ojos a mis labios por unos segundos.

— Lo siento, pero no puedes aparecerte así por así, te dije que no me sentiría cómodo y ahora peor porque ya sabes que tú...

— Me gustas.

Lo corté.

— Sí, sabes que tú me gustas, y en verdad me pone nervioso el tenerte a mi lado y eso solo haría la situación incómoda.

— No... — giré los ojos al no entenderme. — Me gustas, Jinwoo.

Se quedó anonadado por mis palabras escaneando mi rostro en busca de encontrar la mentira, pero no había ninguna cuando día tras día él me gustaba más y más.

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