Capítulo LVI: Hermanos

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—No pensé que tuvieras tantos bocetos de...

(T/N) chilló y le arrebató el cuaderno a Hina, quien lució sorprendida por un instante para luego esgrimir una sonrisa maliciosa. Hina y Yuzuha se habían ofrecido a ayudarla a arreglar y limpiar el cuarto que la señora Matsuda le había prestado. Así que ahora recogían la cantidad inusual de papeles y libros que había reunido.

—Y saber que todo este tiempo has estado dibujándolo en secreto —terminó Hina con una de sus sonrisas adorables.

—Es... Es que cuando vi a Manjiro por primero vez, quise capturar su imagen con mis propias manos. Quería mostrarle cómo lo veo, cosa que creo que es más difícil de hacer con las fotografías. Sin embargo, no soy buena en eso y decidí dejarlo, pero no pude del todo... —(T/N) revisó los bocetos y suspiró—. Supongo que tendré que dejarlos, mamá seguro me mata si ve que dibuje a alguien tan...

—¿Obsesivamente? —bromeó Yuzuha, asomándose por encima de su hombro.

—Persistentemente —masculló la chica, haciendo a un lado los boceteros, pese a que no le agradaba la idea de dejarlos ahí.

—Pues, si quieres, puedo guardarlos en mi casa —dijo Yuzuha, sonriendo con diversión al notar que Hina sacaba más hojas sueltas y cuadernos—. Como mi hermano mayor se fue de casa, pues hay espacio para almacenar cosas.

Las otras dos chicas compartieron una mirada. Yuzuha les había contado un poco de la situación de su familia, así que ambas chicas comprendían la seriedad del asunto. De hecho, cada vez que pensaba en los hermanos Shiba, a (T/N) le dolía un poco la mejilla.

—Si no es molestia...

—Si me ofrezco yo, no lo es. —Yuzuha le dirigió una sonrisa leve—. Pero has acumulado muchas cosas durante estos meses. No puedo creer la cantidad de libros y mangas que tienes prestados.

—Sí, tengo que ir a regresarlos. Manjiro dijo que podía llevarme.

—Lo mejor sería acomodarlos por biblioteca y librería, ¿no? —opinó Hina—. Por cierto, ¿Mikey ya fue a hablar con Emma? La última vez que la visité me dijo que seguro él aún necesitaba tiempo.

—Es un poco difícil —susurró (T/N), doblando la ropa lo mejor que podía para hacerla entrar en la maleta.

—No lo es. Es su hermana, lo lógico es que... —empezó Yuzuha.

—No —interrumpió (T/N)—, porque es su hermana es que se siente responsable... Y a Manjiro siempre le cuesta lidiar con las consecuencias de sus actos.

—Pero no fue culpa de él —protestó Hina.

—Directamente no, pero indirectamente sí —expuso Yuzuha, sin importarle la mirada de advertencia que le lanzó (T/N)—. Si te pones en su lugar, pues claro que te sentirás culpable...

Hina bajó la cabeza y prefirió dedicarse a recoger las fotos. La sorprendió que había varias de todas ellas, aunque eran las de Emma y (T/N) las que predominaban por el espacio. Se cuestionó si podrían regresar a esos días, sin una de ellas, con Emma en su estado actual... Esperaba que sí, que nada pudiera separar el lazo que habían creado.

—¿Y cuándo te vas? —cuestionó Yuzuha, alisando las sábanas de la cama.

—Pasado mañana —susurró la chica, dando un paso atrás para descubrir que la habitación lucía tan vacía como la primera vez que había puesto un pie allí—. Me siento un poco mal por la señora Matsuda...

—¿Porque discutió con tus padres? —cuestionó Hina.

—En parte por eso, porque no era responsabilidad de ella cuidar de cada paso que daba, pero también porque se quedará sola de nuevo. Siempre buscaba actividades que hacer juntas en mi tiempo libre y... Y fue muy buena conmigo. Si tenía un problema, sabía que podía acudir a ella. Y ahora, por mi culpa, quizás no la tomen en cuenta para participar en otro programa de acogida y su hijo siempre está de viaje por el trabajo y...

Destino fortuito || Manjiro Sano x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora