Capitulo 63.

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Todos nos quedamos callados ante sus gritos, hasta Andrés se quedó pasmado. Rodrigo respiraba con dificultad y su rostro estaba totalmente rojo. Era evidente que había llegado demasiado lejos su paciencia.

-Vamos a calmarnos todos –dijo Jefferson después de un momento-, no tenemos que pelear por cosas tan insignificantes.

-Yo no comencé a pelear –respondió Rodrigo a duras penas.

-Sabemos que no –repuse calmadamente y mire a Andrés de manera horrible-, y sé que no lo hiciste para ofender. Es solo que no podemos permitir que pagues, somos siete en total. Eso es abusar.

-Jane... ustedes son mis amigos –me miró a los ojos y dio un largo suspiro para volver a su temperamento normal-, incluso Andrés sigue siendo mi amigo, con todo y sus estupideces.

-Yo no... -comenzó a decir Andrés, pero ante la mirada de disgusto de todos, se calló.

-Sé que no van a sentirse bien ante el hecho de que yo pagué las cuentas –explicó Rodrigo con paciencia-, pero por eso mismo quiero hacerlo. Son los únicos que se han quedado aquí conmigo sin esperar nada. Son las pocas personas que no me buscan por el hecho de tener una casa enorme, padres ricos y la posibilidad de invitarlos a salir a cualquier lugar.

>> Andrés –se dirigió a este con calma-, no quise ofenderte, grandísimo estúpido. Eres como mi hermano. Has ido a mi casa millones de veces y hemos pasado un buen rato. He ido a cenar con tus padres y aunque no eres rico o algo así, jamás te has avergonzado de quien eres ni de lo que tienes. Si hubiera alguien a quien jamás me atrevería a ofender de esta manera, sería a ti. Si quiero que vayan, es porque también quiero que conozcan algo de mi mundo.

>> Si se dan cuenta, yo siempre voy a donde quieren, porque sé que eso les hace bien. Hagan esto por mí, no lo vean que es porque "no tienen dinero", véanlo que es porque yo quiero salir con ustedes para burlarnos de los demás niños ricos, para salir de la rutina de ir a los lugares de siempre. Tómenlo como mi forma de dar las gracias porque es por ustedes que no me siento tan solo. Aunque digan que todo me fue dado desde que nací, de nada me sirve, estoy solo en mi casa siempre y apenas y hablo con mis padres. Esli, Jane, Andrés, yo siempre estuve solo, y cuando llegue a la misma prepa que ustedes todo cambio demasiado.

Volteé a ver las reacciones de los demás y para mi sorpresa, Esliana tenía lágrimas en los ojos. Ninguno de nosotros sabía que Rodrigo lo veía de forma tan diferente, hasta que se sinceró completamente.

Ese día entendí que la gente suele agradecer con lo que tiene. Rodrigo tenía dinero y una buena casa, él nos brindaba eso para agradecernos, no para ofendernos.

Una persona puede tener todos los lujos que quiera, incluso la fortuna necesaria como para llevar una buena vida por el resto de sus días. Pero eso de nada sirve. Cuando Rodrigo nos confesó lo solo que se sentía, no pude evitar pensar en un adolescente deprimido, mirándose al espejo y despreciándose a sí mismo por no tener lo que muchos si tienen: una familia normal.

Por mucho que la mayoría de las familias no sean precisamente las más funcionales, sabes que están ahí siempre, sin importar que.

Perspectiva de una estúpida adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora