Cuando llego la hora de la comida, serví dos platos con porciones considerables y los lleve de regreso al patio. No había dejado a Jefferson moverse de donde estaba -por miedo a que le hicieran alguna grosería-.
-¿Te sirvo espagueti?-, le pregunte a mi prima. No había regresado con nosotros y no estaba tan platicadora como siempre. Nuestra broma la había dejado en mucho que pensar.
-No-, contesto y regreso a la sala, con su plato vacío.
-¿Segura de que no lo envenenaron? –pregunto Jefferson, cuando regrese y le di el plato.
-Moriremos los dos, si así fue.
-¿No estas nerviosa por lo de mañana? –dijo de repente.
No recordaba que al siguiente día seria la presentación del proyecto, frente a toda la preparatoria. La calma que había sentido hasta ese momento se evaporo por completo, siendo reemplazada por nervios indescriptibles.
-Me estoy arrepintiendo, Jeff –respondí con ansias-, ¿y si lo rechazan?, ¿y si fracaso?
-Punto número uno: todo guerrero debe experimentar varias derrotas, para poder saborear mejor la victoria. Punto numero dos: no vas a fracasar, vamos a fracasar, porque te recuerdo que no estarás sola ahí enfrente, tú nos pediste que te acompañáramos y es lo que haremos. Si te jodes, nos jodemos nosotros también. Y punto número tres: no todo el tiempo vas a dejar las cosas porque tienes miedo, si es así, te aseguro desde ahorita que jamás llegaras a nada, Jane.
Parpadeé varias veces, procesando todo lo que acababa de escuchar.
-Soy una adolescente, tengo 17 años –estalle, cuando comprendí lo último que dijo-. ¿Qué mierda esperas?, estoy preocupada de que esto no vaya a salir, de haberlos metido a ustedes en algo que seguro va a fracasar.
-No lo puedo creer –ladeo su cabeza-. Pensaba que eras una chica más segura, bueno, por lo menos eso es lo que proyectas a primera vista.
-Pues ya vez, no todas las que proyectamos confianza y seguridad somos así. A veces es solo una máscara para evitar el daño que pueden causar ciertas cosas.
-Increíbles las máscaras que nos llegamos a poner. Espero algún día, poder conocer la verdadera cara de Jane.
-Mis demonios internos son muchos, llevara un tiempo largo que los conozcas.
-El tiempo es lo que siempre sobra, preciosa.
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Horas después, cayó la noche, con toda su majestuosidad. No había estrellas, seguía nublado.
Ya eran las ocho de la noche, mi familia aún seguía hablando y “conviviendo”.
-¿Me llevas a mi casa? –Pregunte a Jefferson, que ya se iba-, quiero dormir temprano, pero no creo que esto acabe pronto.
-Claro, pero avísale a tu papá. Te esperare afuera.
-Te acompaño a la puerta, no quiero que te digan cosas que ni al caso.
Entramos a la casa y caminamos en silencio, para que no nos notaran.
Fue inservible.
-¿Ya se va tu amiguito, sobrina?-, pregunto la tía Sara.
-Mañana tenemos escuela, señora. Quiero dormir temprano, con permiso, muchas gracias por la comida-, repuso Jefferson.
-¡Pero si mi hija no te para, te vas como si nada-, exclamo la abuela-, muchacho!, que sinvergüenza eres, igualita a Jane…
-Espérame afuera, Jeff-, dije tajantemente.
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Perspectiva de una estúpida adolescente.
RandomJane es una adolescente que se sigue por solo una regla: “Consigue todo a costa de todo”. Sin embargo, para lograr lo que uno desea, siempre se debe de pagar un precio muy alto. ¿Jane será capaz de pagarlo? Ella estaba segura de que así seria. Es...