Acto seguido hubieron exclamaciones por todas partes. Por el rabillo del ojo, vi como Renata se hundía en su coraje y como Ricardo, sin miedo de lo que comentaran de él, se paraba de su lugar y se iba.
Me sorprendí a mí misma cerrando los ojos y respondiendo ese beso con completa naturalidad. Alcance a escuchar las exclamaciones de felicidad/burla de nuestros amigos:
Andrés: ¡Eso es todo, papá!
Esliana: ¡Wuuu, que hermosos, mis bebés!
Brian: ¡No se vayan a atragantar!
Rodrigo: ¡Ya era hora, cabrón!
Daniel: ¡Déjame viva a Jane, Jefferson!
Lentamente se dibujó una sonrisa en sus labios mientras los separaba de los míos. No hizo caso de nada. Solamente me susurró:
-Te dije que te atuvieras a las consecuencias, preciosa.
-No dejaran de hablar por un buen tiempo –repuse con diversión y ansias a la vez.
-Vaya sorpresa, mañana salimos de vacaciones –guiño un ojo.
-No somos novios...
-Ellos no lo saben... -se encogió de hombros- déjalos pensar que sí.
Sonreí traviesamente. Él tenía razón, todos daban por hecho que ya teníamos una relación cuando no era cierto. Además, estaba por ser cierto y ya habían existido unos cuantos besos entre nosotros, que lo pensaran ahora, sería lo mismo que a que lo pensaran después.
Noté que nuestros amigos se encaminaban de regreso, con sus respectivas comidas y dos platillos de sobra.
-Tomen –dijo Andrés-, invitamos nosotros, por semejante arreglo después de una pelea.
-Cállate, bobo –respondí y tome la hamburguesa que me ofrecía.
El resto del día escolar fue muy aburrido. Entramos a los salones y las clases se fueron volando, la gente nos miraba –a Jefferson y a mí- y murmuraba, pero ninguno de nosotros hacia el más remoto caso.
Se siente bien eso. Se siente bien dar la espalda a todos aquellos que hablan de ti. A todos esos pesados que tienen tan poca vida que solamente están al pendiente de la de alguien más.
Cuando finalmente salimos, todos nos reunimos en el estacionamiento y nos pusimos de acuerdo para ver a qué lugar salir.
Estuvimos un buen rato dando sugerencias, pero todas nos llevaban a lo mismo: ya habíamos ido a ellas. ¿No les ha pasado que viven en una ciudad tan pequeña que ya no saben ni a qué lugar ir, que no hayan ido ya mil veces? Bueno, ese era nuestro caso.
Habían pasado aproximadamente veinte minutos y la mayoría de los estudiantes ya se habían ido –todos iban a gozar su ultimo día de diversión con urgencia, después de la entrega de calificaciones-. Solamente quedaban tres personas que teníamos demasiado lejos.
-Haber, Esliana, dinos tú –propuse, ya harta.
-¿Y por qué yo? –pregunto a la defensiva.
-Porque eras tú la que estaba jodiendo con que saliéramos en grupo –repuso Andrés.
-Más respeto para mi chica, por favor –Daniel lo señalo con diversión, pero también con advertencia.
-Podemos ir a 'Brechos'-, sugirió Jefferson.
Regreso a mi mente ese momento, cuando estuve en ese lugar con Ricardo. Lo más seguro para mí fue que él se había ido a gozar allí una buena comida con sus amigos. El simple pensamiento me hizo no querer ir, no quería encontrarlo.
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Perspectiva de una estúpida adolescente.
AcakJane es una adolescente que se sigue por solo una regla: “Consigue todo a costa de todo”. Sin embargo, para lograr lo que uno desea, siempre se debe de pagar un precio muy alto. ¿Jane será capaz de pagarlo? Ella estaba segura de que así seria. Es...