El camino a casa me pareció reconfortante, lo que necesitaba era estar sola. El único problema, fue que al llegar, mi mamá de nuevo me estaba esperando.
-¿En dónde estabas? -dijo enseguida de que entre a la casa-, son las dos de la tarde.
-Me vine en autobús, tarda una hora en llegar.
-Sales a las doce y media, a la una y media tenías que haber llegado.
-Perdona- repuse y sin más que decir, subí a mi habitación.
Me tire en la cama como si no hubiera un mañana -algo que todo adolescente hace en algún momento de su vida- y me puse los audífonos con la música a todo volumen. Después de algunas canciones me quede dormida.
Paso un tiempo indefinido, cuando de repente, sentí una brusca sacudida. Abrí los ojos de golpe.
La cara de Esliana, estaba a centímetros de mí. Grite.
-¡¿Qué haces aquí?!- pregunte, al momento que presionaba mi pecho para calmarme.
-Vine por ti-, contesto con alegría.
-¿Para qué? -la aparte de mí, para que me pudiera dar el aire.
-Bueno, tiene un mes que no salimos, vamos a ir… por ahí… con los chicos.
-¿Y la tarea?, tenemos que…
-Al diablo la tarea- interrumpió con disgusto-, la haces en la noche.
-Esliana, no pienso desvelarme.
-Somos chavos, es nuestro trabajo, no hacer nada en todo el día y apurarnos toda la noche -dijo sonriendo-, o no hacer nada todo el semestre y luego esforzarnos por acabar en un día los apuntes de todas las clases.
-Es por eso que tu promedio no sube –respondi con amargura.
-Tu no bajas de nueve y no tienes vida, ¿Quién está más jodida?-, pregunto con una sonrisa
-Veo por mi futuro –respondí tajante.
-Jane, un día no te hará daño, y te juro que tu promedio no bajara, por no entregar una tarea.
-¿Me puedo dar un baño?
-Muévete, Rodrigo, Andrés y algunos más nos esperan.
-¿Algunos más?- pregunte con recelo, no había más personas con las que acostumbráramos salir.
-Te explico en el camino, bebe, muévete.
-Ahora que recuerdo, estoy castigada…
-No es así-, interrumpió ella-, tu propia madre me dio permiso de sacarte a pasear.
-No soy un cachorro –dije con disgusto.
-¿Qué más da lo que seas?, apúrate y vámonos.
Me levante con pereza y comencé a arreglarme. Después de treinta minutos, ya estaba lista.
Bajamos rápidamente y al no haber ningún rastro de mi madre, nos fuimos de manera inmediata.
-¿A dónde iremos? -pregunte desconcertada, no me había dicho hacia donde nos dirigíamos.
-Vamos al parque, el que está a cinco cuadras de aquí. Pusieron algunos juegos mecánicos.
-Siempre son los mismos, las ‘tazas locas’, ‘el dragón’, una ‘rueda de la fortuna’ pequeña…
-Deja de ser tan pesimista-, repuso con molestia.
-De acuerdo, pero nos vamos a aburrir.
Seguimos caminando, sin hablar más.
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Perspectiva de una estúpida adolescente.
РазноеJane es una adolescente que se sigue por solo una regla: “Consigue todo a costa de todo”. Sin embargo, para lograr lo que uno desea, siempre se debe de pagar un precio muy alto. ¿Jane será capaz de pagarlo? Ella estaba segura de que así seria. Es...