Enseguida salió del salón, mis dos acompañantes voltearon a verme.
-Bueno –hablo Andrés-, ayer dijiste que tenías mucho que explicarnos. Habla.
-Necesitare apoyo moral –respondí.
-Esliana esta con su príncipe, cariño.
-He relatado la historia tantas veces que…
-Eso no pasaría, si nos contaras las cosas a tiempo –interrumpió Rodrigo-.
-Sabía que se enojarían si se los contaba enseguida.
-Se supone que somos amigos. Ahí estaremos a pesar de tus estúpidas decisiones, no importa si nos cala.
-¿Y se supone que me debo de sentir mejor? –pregunte con ironía.
-No, pero se supone que nos debes contar todo.
Sonó el timbre para mi alivio, y mi ánimo mejoro. Esliana no iba a tardar en entrar y ella se encargaría de manejar las circunstancias. Esperamos a que llegara, para no tener interrupciones. Cuando finalmente lo hizo, empecé a relatar la historia… de nuevo.
-Pues por lo menos ya no andas con Ricardo –comento Esliana, al terminar. También les había contado lo que había pasado el día anterior.
-Sí, hay otra cosa… hoy en la mañana me encontré a Renata en la biblioteca.
-¿Y qué paso? –pregunto Andrés.
Mire al trio con detenimiento. No quería que se enojaran si no les contaba sobre la pelea, pero tampoco quería que odiaran a Renata, ya había demasiados problemas.
-Nos peleamos –conteste en voz baja-. Literal, nos peleamos.
-¡¿Qué?! –preguntaron los tres al mismo tiempo.
-Ella estaba con Jefferson –comencé a hablar muy rápido-, muy cerca y cuando yo llegue me miro horrendo y después les dije que ya no andaba con Ricardo y me provoco y caí y…
-Tómalo con calma, Cervantes –repuso Rodrigo, su expresión era de sorpresa.
Explique detenidamente lo sucedido. Al terminar, ellos se quedaron callados, pero Esliana tenía los puños apretados.
-Vieja bruja –susurro con coraje-, que bueno que le escupiste, pero le hubieras dado un puñetazo en el ojo cuando se distrajo y le hubieras pateado el estómago y después hubieras agarrado unas tijeras y le hubieras cortado ese cabello de piruja que tiene. Le hubieras hecho un favor, lo tiene maltratado y feo, esta del asco.
-Definitivamente nunca te dejare presenciar una pelea, Esliana –dijo Andrés, con tacto.
-Pues es que es una maldita –espeto ella con exasperación-, ¡cómo se atrevió a tocar a mi bebe!, ella solo le dijo la verdad. Nada más deja que yo la vea, y ahora sí, me va a conocer lo Treviño a madra…
-¡No! Ni se te ocurra –advertí-, no quiero que el director te haga algo. Además, no vale la pena y aunque así fuera, la guerra es entre ella y yo.
-Pero es que…
-No.
-Pero…
-Que no.
-Jane…
-Entiende que no –dije terminantemente.
-Ash, está bien, señorita-lo-controlo-todo.
No hubo otra novedad ese día. El receso fue como siempre, a excepción de que Jefferson ya no se abstenía de hacer comentarios penosos.
>> -Qué envidia le tengo a esa botella de jugo, puede tocar tus labios justo cuando yo me muero por hacerlo –había dicho, mientras yo le daba un sorbo a mi bebida.
-Cierra la boca, Dequenes –repuse, totalmente colorada. <<
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Espero te guste mi nuevo capítulo.
Me ayudas mucho si me regalas tu voto. Puedes dejar tu comentario –no importa si es negativo- siempre y cuando sea con respeto.
Mi historia está teniendo un progreso más positivo. Cada vez –poco a poco-, tengo más lectores. Esto es por ustedes, las pocas personas que siguen al tanto de la novela.
A los nuevos, solo me queda decirles que son más que bienvenidos a seguir leyendo.
¡¡¡GRACIAS POR LEER!!!
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Perspectiva de una estúpida adolescente.
SonstigesJane es una adolescente que se sigue por solo una regla: “Consigue todo a costa de todo”. Sin embargo, para lograr lo que uno desea, siempre se debe de pagar un precio muy alto. ¿Jane será capaz de pagarlo? Ella estaba segura de que así seria. Es...