Capitulo 48.

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Enseguida salió del salón, mis dos acompañantes voltearon a verme.

-Bueno –hablo Andrés-, ayer dijiste que tenías mucho que explicarnos. Habla.

-Necesitare apoyo moral –respondí.

-Esliana esta con su príncipe, cariño.

-He relatado la historia tantas veces que…

-Eso no pasaría, si nos contaras las cosas a tiempo –interrumpió Rodrigo-.

-Sabía que se enojarían si se los contaba enseguida.

-Se supone que somos amigos. Ahí estaremos a pesar de tus estúpidas decisiones, no importa si nos cala.

-¿Y se supone que me debo de sentir mejor? –pregunte con ironía.

-No, pero se supone que nos debes contar todo.

Sonó el timbre para mi alivio, y mi ánimo mejoro. Esliana no iba a tardar en entrar y ella se encargaría de manejar las circunstancias. Esperamos a que llegara, para no tener interrupciones.  Cuando finalmente lo hizo, empecé a relatar la historia… de nuevo.

-Pues por lo menos ya no andas con Ricardo –comento Esliana, al terminar. También les había contado lo que había pasado el día anterior.

-Sí, hay otra cosa… hoy en la mañana me encontré a Renata en la biblioteca.

-¿Y qué paso? –pregunto Andrés.

Mire al trio con detenimiento. No quería que se enojaran si no les contaba sobre la pelea, pero tampoco quería que odiaran a Renata, ya había demasiados problemas.

-Nos peleamos –conteste en voz baja-. Literal, nos peleamos.

-¡¿Qué?! –preguntaron los tres al mismo tiempo.

-Ella estaba con Jefferson –comencé a hablar muy rápido-, muy cerca y cuando yo llegue me miro horrendo y después les dije que ya no andaba con Ricardo y me provoco y caí y…

-Tómalo con calma, Cervantes –repuso Rodrigo, su expresión era de sorpresa.

Explique detenidamente lo sucedido. Al terminar, ellos se quedaron callados, pero Esliana tenía los puños apretados.

-Vieja bruja –susurro con coraje-, que bueno que le escupiste, pero le hubieras dado un puñetazo en el ojo cuando se distrajo y le hubieras pateado el estómago y después hubieras agarrado unas tijeras y le hubieras cortado ese cabello de piruja que tiene. Le hubieras hecho un favor, lo tiene maltratado y feo, esta del asco.

-Definitivamente nunca te dejare presenciar una pelea, Esliana –dijo Andrés, con tacto.

-Pues es que es una maldita –espeto ella con exasperación-, ¡cómo se atrevió a tocar a mi bebe!, ella solo le dijo la verdad. Nada más deja que yo la vea, y ahora sí, me va a conocer lo Treviño a madra…

-¡No! Ni se te ocurra –advertí-, no quiero que el director te haga algo. Además, no vale la pena y aunque así fuera, la guerra es entre ella y yo.

-Pero es que…

-No.

-Pero…

-Que no.

-Jane…

-Entiende que no –dije terminantemente.

-Ash, está bien, señorita-lo-controlo-todo.

No hubo otra novedad ese día. El receso fue como siempre, a excepción de que Jefferson ya no se abstenía de hacer comentarios penosos.

>> -Qué envidia le tengo a esa botella de jugo, puede tocar tus labios justo cuando yo me muero por hacerlo –había dicho, mientras yo le daba un sorbo a mi bebida.

-Cierra la boca, Dequenes –repuse, totalmente colorada. <<

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Espero te guste mi nuevo capítulo.

Me ayudas mucho si me regalas tu voto. Puedes dejar tu comentario –no importa si es negativo- siempre y cuando sea con respeto.

Mi historia está teniendo un progreso más positivo. Cada vez –poco a poco-, tengo más lectores. Esto es por ustedes, las pocas personas que siguen al tanto de la novela.

A los nuevos, solo me queda decirles que son más que bienvenidos a seguir leyendo. 

¡¡¡GRACIAS POR LEER!!!

Perspectiva de una estúpida adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora