Agarramos los carteles, recogimos nuestras mochilas y marchamos en silencio hasta nuestro destino.
Cuando todo nos encontrábamos adentro de su oficina, el director estallo.
-¡No se trataba de un proyecto sano, sino de una rebelión!-, su cuello estaba totalmente tenso. De verdad estaba muy enojado.
-Director, yo tomo la responsabilidad de esto-, dije sin temor.
-¡Si mas no recuerdo, el que empezó fue el Joven Dequenes!
-Pero es mi proyecto, mi idea-, conteste rápidamente. No quería que alguien saliera perjudicado.
-¡Jefferson-, grito el director, sin hacerme el menor caso-, queda expulsado de mi escuela!
-¡Si va a expulsar a Jefferson, expúlsenos a nosotros también!-, grito Brian.
El director nos miró a todos, y comprobó que hablábamos enserio. Si se iba uno, los demás se iban con él.
-No voy a discutir, ya pase un trago amargo, no pienso pasar otro-, dijo tajante-, mi decisión está tomada, largo de mi oficina.
-¡No me voy!-, grite de repente.
No supe de donde había sacado el valor, ya que nunca antes había hablado así a alguien de la escuela, pero no quería que Jefferson se fuera por algo que había sido mi idea.
-¡Y puede ahorrarse el trago amargo muy fácil! –Proseguí-, ¡Expúlsenos de una vez, a los siete!
-Muy bien-, respondió el director, con una calma tan repentina, que resulto aterradora-. Largo de mi escuela, todos ustedes. Y Jane, sinceramente me ha decepcionado.
-Seguir tus ideales y no abandonar a tus amigos no tiene nada de decepcionante, señor-, repuso Esliana, con un dejo de enojo en la voz.
Solo acerté a mirar a mis amigos y dije:
-Vámonos chicos, con permiso y disculpe la falta.
Me sentía triste, porque, claramente, era la primera vez que me expulsaban. Pero no tenía ganas de llorar, sabía que había hecho lo correcto y estaba tranquila con eso.
Caminamos por el largo pasillo, hasta que llegamos a la entrada y nos miramos unos a otros, esperando a que alguien dijera algo. Finalmente, Daniel rompió el silencio:
-Vamos a algún hotel, para nadar en alguna alberca.
-En dado caso, nos podemos largar a mi casa, güey-, dijo Rodrigo.
-¿Quieres un problema más en la lista?-, pregunte.
-Jane, si vamos ahora a casa, nos regañaran exactamente igual que si vamos horas después, una travesura mas no cambiara nada, ya estamos fritos y no creo que quieras ir ahorita y soportar como trece horas del genio de tu mamá-, repuso Brian.
Y era verdad, no quería llegar y discutir, así que accedí a irnos.
-Solo hay un problema, nosotras no tenemos ropa-, dijo Esliana.
-Mi madre tiene mucha ropa que ya no se pone, seguro les queda-, dijo Rodrigo-, vámonos.
-No puedo creer que tus padres se volvieran a ir-, replico Jefferson, mientras subíamos las mochilas a los diferentes vehículos.
Esliana se iría conmigo, Jefferson se llevaría la moto de Rodrigo –que no le había entregado el día de ayer-, Andrés se iría también por su parte, Rodrigo tomaría su auto, y Brian se iría en el auto de Daniel.
-Ni siquiera llegaron este fin de semana, me mandaron un correo, diciéndome que llegarían hasta dentro de quince días, por un “ligero” inconveniente-, repuso el chico con amargura.
-Chicos-, dijo una voz que no pertenecía a ninguno de nosotros. Era la secretaria del director-, él quiere verlos, nuevamente.
-Gracias, Grace-, contesto Jefferson. La asistente solo asintió y regreso a la oficina.
-¿Qué quiere ahora?-, pregunto Daniel con enfado.
-Es mejor que vayamos, tal vez nos convenga, porque para que nos haya llamado a todos… -dijo Brian.
Regresamos a la oficina, con la cabeza en alto. No estábamos dispuestos a pedir perdón por algo que pudo haber tenido éxito.
El director se veía mucho más tranquilo.-Tomen asiento, jóvenes, –dijo y nos indicó unas sillas, estaban exactas. Las había mandado a traer.
Una vez que todos nos sentamos, el siguió hablando.
-Siento mucho mi reacción, pero incluso ustedes saben que los medios que usaron no fueron los correctos-, espero a que diéramos nuestra respuesta, pero como no hubo tal, continuo-, no los voy a expulsar, ya que no quiero que se arme un escándalo por expulsar a siete estudiantes en un mismo día. Pero quedan suspendidos, hasta que sus padres vengan a hablar conmigo.
Como ya habían acabado los exámenes, no me preocuparon las faltas. Sentí un alivio expandirse por todo mi cuerpo. Mi madre –la cual se iba a enojar, pero ya no tanto- iría al siguiente día, estaba segura. Así que solo tendría una falta.
-Señor, mis papás no se encuentran aquí, usted lo sabe –dijo Rodrigo.
-Diles que me llamen, ya saben los horarios en los que me encuentro disponible. Los veré mañana, si es que vienen sus padres, y espero que esto no se repita.
-¿Qué pasara con el proyecto?-, pregunto Jefferson.
-No se hará, han demostrado no ser capaces para llevarlo a cabo.
-¿Esta consiente de que esto no le va a gustar a nadie?, ¿de qué puede generar un problema o algo así?-, pregunto Esliana.
-¿Me está amenazando, señorita?, si no se ha dado cuenta, le acabo de salvar la vida.
-No, solo le estamos advirtiendo-, respondido Andrés, con total seriedad.
-Jane, ya me fallo una vez –la mirada del director se encontró con la mía.
-Sí, señor, no se repetirá si nos da otra oportunidad –conteste.
-No quiero que esto se salga de sus manos, de lo contrario, si serán dados de baja.
-De acuerdo, gracias-, contesto Daniel, dando por terminada la plática.
-¡Otra cosa! –Exclamo el director, antes de que saliéramos-, llamare a sus padres para que sepan que van camino a sus casas. Así que no se les ocurra hacer algo tonto. Recuerden, jóvenes, cuando ustedes van, yo ya vengo.
_____________________
Espero que hayas disfrutado mi nuevo capítulo, me ayudarías mucho si lo compartes.
Si quieres estar al pendiente de más contenido, si tienes alguna sugerencia en cuanto a la historia o alguna crítica –sea constructiva o no-, puedes mandarme un mensaje a mi perfil de wattpad o, a mis redes sociales:
https://www.facebook.com/profile.php?id=100007568176391
https://twitter.com/NaftalySayra
¡Gracias por leer!
ESTÁS LEYENDO
Perspectiva de una estúpida adolescente.
RandomJane es una adolescente que se sigue por solo una regla: “Consigue todo a costa de todo”. Sin embargo, para lograr lo que uno desea, siempre se debe de pagar un precio muy alto. ¿Jane será capaz de pagarlo? Ella estaba segura de que así seria. Es...