A la salida, Rodrigo me pidió que habláramos a solas un momento. Supuse que era algo grave así que accedí y nos alejamos del resto.
-¿Cómo vas con lo del proyecto? –pregunto, con expresión ilegible.
-¿Lo del periódico escolar?, ya ni siquiera abrí el correo, no va a llegar nada –dije amargamente.
-Ya veo –tenía la mirada perdida.
-¿Qué ha pasado? –pregunte con preocupación. Su comportamiento no era normal.
-Quiero hacer algo por ti, lo hare el viernes.
-¿Qué cosa?
-Es una sorpresa, bueno, será una sorpresa para muchos.
-Dime -insistí.
-Quiero dar motivación, ellos quieren un chisme, yo tengo uno que los pondrá de cabeza –sonrió con tristeza-.
-¿Qué?
-Solo espera al viernes, y por favor no digas nada. Esto lo hago por ti, de verdad me gustaría que esto te funcione.
-No tienes que hacer nada… yo… yo acepto el fracaso de todo esto y…
-También lo hago por mí, Jane –hablo con algo de ansiedad-. En parte será gracioso, y muy liberador.
-Dame algún indicio…
-No. Solo quiero que sepas, que si esto no funciona de verdad lo lamentare mucho, es un gran proyecto, después de todo.
-Rodrigo, puedes confiar en mí…
-No me ínsitas –sonrió dulcemente. Algo raro en él-, me ha costado mucho tomar esta decisión. Lo hago porque… sé que tú harías lo mismo por alguno de nosotros.
Dio media vuelta y regreso con los demás, dejándome pasmada con mis absurdos pensamientos. ¿Qué tramaba?
Algo grande debe ser, por su actitud. Pero… ¿Qué podrá ser? Pensé.
Decidí olvidarme de ello por completo -ya que sabía que no me iba a enterar ese día-, y unirme a los demás.
-¿Cuál es el plan? Ya no hay tareas, así que estamos libres –comento Esliana.
-Vamos a comer –repuso Andrés-. Y por favor, les suplico que aprovechemos toda oportunidad de salir, que después de que mi jefa vea las calificaciones, seguro me mata.
-Daniel ya sabe que me tiene que llevar a pasear antes del viernes, ¿lo sabes verdad? –Esliana se dirigió a él.
-Claro que si –sonrió levemente y le dio un tierno beso en la frente.
-Déjense de cursilerías aquí, por favor. Todos los demás vamos a vomitar si seguimos viendo esto –exclamo Rodrigo. Volvía a la normalidad.
-No todos, algunos van por el mismo camino –respondió Brian.
Jefferson soltó un bufido, sonriendo.
Capte enseguida que lo dicho, había sido por nosotros y no pude evitar el color en mis mejillas. Era tan raro sonrojarme tantas veces al día.
-Ya te veré con alguna chica –le advertí a Brian- y sufrirás.
-Lo dudo –me dedico una débil sonrisa.
-Qué raro. Apuesto a que muchas chicas andan detrás de ti –conteste.
-Ninguna me permite satisfacer mis necesidades. Si te das cuenta, ninguna chica de por aquí tiene si quiera mi atención.
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Perspectiva de una estúpida adolescente.
RandomJane es una adolescente que se sigue por solo una regla: “Consigue todo a costa de todo”. Sin embargo, para lograr lo que uno desea, siempre se debe de pagar un precio muy alto. ¿Jane será capaz de pagarlo? Ella estaba segura de que así seria. Es...