-Jane, ¿estas despierta? –Preguntó Esliana con voz suave.
Levanté mi rostro –para ese momento la hinchazón en mis ojos no era notoria-, y sonreí. Ella me devolvió el gesto sin problema, por lo que asumí rápidamente que aún no se había enterado de nada.
-¿Qué tienes? Tú no eres de esas chicas que se la pasan con la cara al pupitre.
-Hoy estoy ligeramente indispuesta a ser la Jane de siempre –expliqué.
-Bueno, hoy salimos más temprano –habló Rodrigo-, así que podrás volver a casa con tranquilidad y tomar una larga siesta.
-Creo que eso haré, chicos.
-No creo que venga el profesor –comentó Andrés-, ya han pasado veinte minutos desde que sonó el timbre y nada. ¿Vamos a la cafetería por chocolate caliente?
-¡Claro! –Repuso Esliana con su habitual ánimo-. No me esperaba tremendo frío, es mejor ir por una bebida. ¿Qué dices, Jane?
-Vamos –sonreí y partimos hacia la cafetería.
El tiempo restante, raramente pasó rápido. Solamente tuvimos dos clases de seis, y esas únicas dos que tuvimos no hicimos nada. Todos los maestros se preparaban para la reunión de padres.
Asumí que tendría que lidiar con Jefferson en receso y cuando nos viéramos en las horas libres, pero él no salió para nada. El único presente era Daniel, para estar con Esliana. Era obvio que él ya sabía lo que había pasado, ya que de vez en cuando captaba miradas extrañas de su parte, pero se contuvo de hacer comentarios.
Fue justo a la salida cuando todo el grupito se reunió. Pero no éramos los únicos jóvenes afuera de la escuela, decenas de adolescentes esperaban a sus padres, algunos ansiosos y otros completamente felices por la obtención de sus buenas notas. En las juntas solamente se iban algunos cuantos antes de que sus padres llegaran, otros esperaban hasta que terminara la reunión para irse con sus tutores.
En nuestro caso, todos esperábamos a nuestros padres.
-¿Preparados? –preguntó a todos Andrés.
-Como siempre, hermano –Brian repuso. Él había intentado comportarse normal, pero una pequeña parte de él lo mantenía serio conmigo. Era obvio que sería así.
-¿Jeff, te sientes mal? –Preguntó Esliana. Jefferson se notaba distraído.
-¿Qué? –Respondió y me miro rápidamente-, ah... sí.
-Quisiera creerte, pero eres fatal mentiroso.
-Tengo hambre.
-¿Vamos a comer algo rápido? –Propuso ella con completa naturalidad-. No creo que la junta...
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Perspectiva de una estúpida adolescente.
DiversosJane es una adolescente que se sigue por solo una regla: “Consigue todo a costa de todo”. Sin embargo, para lograr lo que uno desea, siempre se debe de pagar un precio muy alto. ¿Jane será capaz de pagarlo? Ella estaba segura de que así seria. Es...