-¿Que paso?-, pregunto seriamente-. No me digas que estas embarazada…
-No, cucaracha-, puse los ojos en blanco.
-Hoy en día ya no se sabe, rata -dio un suspiro fingido de alivio-. Bueno, ¿te atrasaste con la edición del periódico?
-Claro que no. Eres una boba, Esliana, sabes que eso jamás ha pasado-, repuse sonriendo.
-Ay bueno, si no es nada de eso, creo que puedo respirar. Y tú eres más boba, ¿sabías? -en su cara había una sonrisa reluciente, como de costumbre.
-Soy una boba, con la mejor amiga del mundo, ¿sabías?
Había conocido a Esliana cuando entre a la primaria, en tercer año. Yo era la nueva, y solo ella me hablo el primer día, desde entonces somos amigas y hemos estado en las mismas escuelas.
Es una chica pelirroja, está llena de pecas en la nariz y las mejillas, parece una muñequita. Sus ojos son de un verde azulado y tiene el cabello corto y lacio, es muy delgada y es un poco más baja que yo. Siempre suele ser muy atenta con las personas, te abre las puertas cuando lo necesitas. Somos demasiado diferentes, supongo que por eso somos amigas. Nos complementamos mutuamente.
Mientras íbamos subiendo a nuestro salón, le platicaba lo ocurrido en la mañana.
-¿Y nunca lo habías visto?-, dijo sorprendida
-No, y hubiera preferido jamás haberlo visto, es insoportable.
-Igual que tú, ni te quejes.
-Créeme que jamás podrías compararnos, él es diferente, hasta en su forma de hablar. En lo poco que lo conozco, te puedo contar, que sabe que decir y como decirlo.
-Habla como si le gustara, señorita Cervantes-, este último es mi apellido, Jane Cervantes González
-Nunca en la vida- repuse de mala gana.
-Nunca digas nunca… -, en cuanto vio que puse una cara demasiado desagradable, me cambio el tema -bueno, de todas formas sin él nunca habrías sacado esta idea, le debes mucho.
-Te doy la razón en eso, sin él no habría presentación. Pero no le debo nada –conteste, en un tono que ponía fin a la discusión.
Llegamos al salón, el más hermoso de todos, tercero “A”. No solo porque todos nos llevamos genial, sino porque aquí, raramente, no le toco estar a ningún ‘popular’. En conclusión, solo hay gente sin importancia.
Dejamos nuestras cosas en el salón y salimos al pasillo, que para entonces, ya estaba atiborrado de gente que pasaba para entrar a sus salones.
-¿Es guapo?-, pregunto Esliana, con un pequeño brillo en los ojos.
-Es… -vacile un poco, no sabía que palabras usar, sin demostrar que me parecía atractivo, muy atractivo -lindo, solo un poco -repuse al final.
-Tengo que saber quién es.
-¿Para qué?
-Pues no sé, solo tengo curiosidad, ¿en qué salón me dijiste que iba?
-Dijo que iba en el “D”.
-¡Uy!, es el último salón. Tengo varios colegas ahí, supongo que…
-No le hayo el caso -dije cortante.
-No seas amargada, cállate y déjame esto a mí -arrugo su nariz, mientras me señalaba amistosamente con el índice.
-Como quieras, iré adentro-, no me agradaba la idea de que mi mejor amiga y Jefferson se hicieran amigos.
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Perspectiva de una estúpida adolescente.
RandomJane es una adolescente que se sigue por solo una regla: “Consigue todo a costa de todo”. Sin embargo, para lograr lo que uno desea, siempre se debe de pagar un precio muy alto. ¿Jane será capaz de pagarlo? Ella estaba segura de que así seria. Es...