Capitulo 50.

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-¿Qué? –pregunto, sonriendo-. ¡Vamos, chica, te hice un favor! Están locos, el uno por el otro. Él lo acaba de confesar.

-No tenía que hacer más notoria la obviedad –comente, aun avergonzada-. ¡Y tú empezaste!

-Jane, nunca te había visto tan… rosa, roja, no sé cómo… en toda mi vida, este chico vino para quedarse de una manera… permanente.

-Estas de broma –se golpe, sentí como me recuperaba.

-Te lo digo enserio, bebe, te ves muy diferente. Diferente a modo bueno.

-No se quedara “permanentemente” –solté una carcajada cargada de millones de sensaciones inexplicables-, los amores infinitos no existen.

-No voy a discutir contigo, menos cuando empiezas con esas risas psicópatas. Mejor hare como que no dijiste eso y me concentrare en la comida que nos aguarda.

Espere a calmarme, puse los ojos en blanco y encendí el auto.

Minutos después estábamos entrando al restaurante, buscando a los demás. Los divisamos al fondo.

-Tardaron mucho, estamos muriendo de hambre –se quejó Andrés.

-Relájate, hijo, ya estamos aquí –contesto la Esliana.

-Pues pidamos, entonces, esto comienza a irritarme –repuso él.

-Consíguete una novia que te quite lo amargado, por fi.

-Cállate, tú estabas igual.

-No estaba tan amargada. Además, a ti te urge de verdad una chica.

-Prefiero no tener compromisos. Tener linduras gratis, seguir soltero, irme de fiestas sin quejas, sabes a lo qué me refiero.

-Eres un patán, ¿te lo han dicho? –Espeto ella-, no puedes usar a las chicas como un objeto sexual.

-Si ellas se dejan, no veo porque no…

-¡Ya basta! –interferí-. Dejen de hablarse así, vamos a comer.

-Todo es con amor, Jane, relájate –contesto Andrés.

-Pues sí, pero no me gusta que se hablen así -respondí.

-De acuerdo, mamá –repuso ella. 

Ordenamos nuestra comida sin más problemas. En lo que esta llegaba, yo estaba perdida en mis pensamientos.

“¡Me gusta Jane Cervantes, la chica más inteligente, sarcástica y gruñona de la prepa!”. Esas palabras regresaban una y otra vez a mi mente. Y a mis adentros, en lo más profundo de mí, gobernaba un debate que hoy en día, sigo sin encontrarle razón.  

¿Cómo hay gente que puede decir las cosas con tanta simpleza? Personas que no tienen miedo a dar algo más, porque se sienten bien con eso. Esos individuos que piensan que dar todo siempre vale la pena, y aun cuando no lo valga, piensan que fue bueno entregar lo mejor en ello, porque en realidad, saben que pocas veces se puede entregar por completo el alma.

Estas cosas me confundían… ¡Aun lo hacen! Esa gente por una parte se merece respeto, ya que no ha dejado de creer en el amor verdadero y un buen final –no digo un final feliz para siempre, porque esos si son para gente demasiado soñadora-, pero por otra se merecen un gran golpe en la cabeza. Son tiempos duros, debes de cuidar muy bien tus lealtades y sentimientos, si es posible guardarlos en una caja, en un rincón de tu alma, para evitar daños severos a futuro, como decepciones amorosas.

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Primero que nada, espero que les guste la nueva portada:D<3.

Y bueno, espero también que les guste este capítulo corto. Ya me comprometo a subirlos como lo estaba haciendo normalmente. Me ayudan mucho si me dejan su voto.

Todos los comentarios son aceptados, mientras se hagan con respetoJ.

¡¡¡Gracias por leer!!!

Perspectiva de una estúpida adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora