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BETH

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BETH

Al volver a casa después de nuestra reunión, no sabía cómo debía sentirme respecto a Asher. Horas atrás me juré que esta vez sería la definitiva; prometí que me desprendería de mis sentimientos por él y pensaba hacerlo. La cuestión era que cada vez que comenzaba a verlo con ojos de cariño, él hacía caer todos mis esfuerzos comportándose amable y afectuoso conmigo. Si me hablaba con tanta dulzura y me daba obsequios tan significativos, volvía a robarse mi corazón y mis sentimientos hacia él se volvían más fuertes e intensos.

En el momento en que me dio la sudadera y le oí murmurar a mi oído, ya no pude poner en duda que lo amaba como nunca amaría a nadie. Definitivamente, Asher Bennett era difícil de olvidar, pero no me rendiría fácilmente; tenía que esforzarme para sacarlo de mi corazón.

Ya no quería sufrir al verlo con alguien más. Estaba cansada de sentirme dolida y perdida, así que la única solución para dejar atrás ese sufrimiento era volver a verlo como mi mejor amigo, porque nunca seríamos más que eso.

Pasarían muchas cosas y probablemente tendría que enfrentar situaciones que pondrían nuestra amistad en peligro, pero tenía claro que ya no seguiría aferrada a un amor no correspondido.

***

El día sábado no salí de casa y me mantuve ocupada ayudando a mi mamá con la limpieza. Mi hermana Cassy también nos ayudó a dejar impecable la sala de estar y la zona del comedor; las tres escombramos juntas la cocina y, al terminar, preparamos una deliciosa receta de comida. Después de comer, estuvimos de acuerdo en ver una película y, así como apareció la luz del día por la mañana, al llegar las siete de la tarde el cielo se fue oscureciendo y pronto se hizo de noche. Ese día no tenía pendiente ningún trabajo académico, así que me fui a acostar temprano y me quedé dormida al dejarme vencer por el agotamiento.

A diferencia del día anterior, a la mañana siguiente sí tuve algo que hacer. Mi amiga Mel me llamó temprano. Justo acababa de lavar el plato del desayuno cuando escuché mi celular vibrar en la encimera de la cocina. Antes de tomarlo, me sequé las manos y enseguida respondí su llamada. Nos saludamos y hablamos de lo que hicimos el día anterior. Después, ella propuso que hiciéramos algo juntas y yo le dije que estaba de acuerdo porque no tenía nada planeado. Me haría bien pasar el día entretenida con una amiga, ya que sabía que si me quedaba sola sin hacer nada, mi mente me traicionaría y terminaría pensando en Asher o yendo a buscarlo a su casa. En ese instante, debía evitar pasar mucho tiempo con él porque su sola presencia ejercía un gran poder sobre mi débil resistencia a quererlo como lo quería.

Quedamos en encontrarnos en el centro comercial, así que al dar la una de la tarde ya estaba preparada para irme. Le dije a mi mamá que no me tardaría y ella me pidió que fuera con cuidado. A diferencia de ella, mi hermana Cassy me dijo que aprovechara la ocasión y conquistara a un chico atractivo que pudiera presentarle a Asher para ponerlo celoso. Tuve que aclararle que eso no pasaría porque él no me veía de esa manera. Aunque, pensándolo bien, no tenía la intención de salir a buscar a nadie que sustituyera al chico que realmente quería.

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