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BETH

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BETH

No estaba de buen humor. Esa tarde me enfadé mucho con Asher por su comportamiento, y también me enfureció verlo de lo más contento tras la llegada de Lina.

Su actitud me molestaba porque el viernes él me confesó que ella no era "la indicada", pero creía que todo lo que había dicho esa noche era una mentira. No le encontraba otra explicación a su comportamiento, porque si él no la quisiera, no la miraría ni la besaría tan intensamente, así que me vi tentada a preguntarle por qué rayos me mentía si ya era obvio que esa chica lo atraía y lo fascinaba, ¿Qué ganaba él negándolo?

No es que me hubiera ilusionado con poder demostrarle mis sentimientos, porque todas mis esperanzas se habían hecho pedazos el día que lo vi enrollándose con otra en la fiesta de Reagan. Ahora ya no consideraba posible la existencia de un nosotros en algún futuro cercano o lejano; simplemente estaba convencida de que Asher nunca podría amarme.

Siempre me dolería no ser la persona que él necesitara en su vida. Me hería no ser la chica indicada para él, pero aprendería a vivir con ello y lo vería abrir su corazón a alguien más porque quería que fuera feliz, aunque su felicidad no estuviera permanentemente ligada a mí.

Al abandonar el campo de deportes, fui directo a la parada de autobuses. En media hora me reuniría con Alan en el estudio de música y no quería hacerlo esperar, y mucho menos quería perderme la oportunidad de grabar el demo de la canción que compusimos a raíz de los reclamos de Asher.

Pasadas las tres de la tarde, él y yo nos encontramos en el vestíbulo, subimos al elevador y, al cruzar las puertas, estuvimos a pocos metros de la pequeña sala de recepción. Nos acercamos a la secretaria y le comentamos que Carlos, el conocido de Alan, nos estaba esperando. Ella nos pidió un momento y realizó una llamada en la que efectivamente le informaron que podíamos pasar. Al fijarse en nosotros, asintió con la cabeza y nos sonrió con amabilidad antes de permitirnos el paso.

Después, todo sucedió muy deprisa: Carlos, el amigo de Alan, salió a saludarnos y nos acompañó a la cabina de grabación. Estuvo con nosotros en todo momento mientras él y yo tocábamos la melodía de la canción.

Una vez que quedó grabada esa parte, los dos me pidieron que cantara la letra que había compuesto con varias de las ideas de Alan y las mías.

No me negué a su propuesta y comencé a cantar la primera estrofa. La canción hablaba de los amores perdidos y de las nuevas oportunidades de conocer a alguien cuando menos lo esperas.

—«No he olvidado que te perdí, que perdimos muchos momentos en los que pudiste compartirme tu amor y yo mi cariño hacia ti,
pero hoy que estás lejos, comprendo que no eras mi destino...
Fueron incontables noches que sufrí en tu ausencia.
Tal vez no lo creas, pero después de llorarte tanto lo entendí:
Que tú no eras para mí.
Sigue transcurriendo el tiempo,
Ahora espero conocer a alguien más.
Sé que nunca será igual,
Porque tu amor es irremplazable,
Y recordarte con tanto anhelo es inevitable.
Porque te quiero y no olvido,
Y te pienso aunque no esté contigo,
Porque perdí tu amor, pero no la historia que tuve contigo».

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