Capitulo 8

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Nueva vida

Silvia

No sé cuánto tiempo pasó exactamente, pero un fuerte olor llego a mis fosas nasales y fue cuando empeze a despertar, sentía el cuerpo muy pesado, me dolían mucho los pechos, abrí los ojos y pude observar una silueta masculina junto con otras, pero identifique rápido esa silueta no sé ni porqué, entonces escuché que me hablaban—

—Hay solecito ya estás de nuevo con nosotros qué bendición, gracias a dios—. Dijo Alma mientras me veía con una sonrisa.

—Hermanita, pensé que también te iba a perder a ti—. Me dijo Rene mientras me besaba la mano.

—¿Cómo te sientes Silvia? ¿Estas mareada?—. Fue cuando noté que Jorge estaba demasiado cerca de mi y con una lamparita me alumbraba mis ojos para ver mis pupilas.

—Estoy bien, ¿Qué me pasó?—. Dije extrañada al verme en mi cuarto.

—Te desmayaste y el hermoso doctor Salinas te rescato de que te metieras un putazo bien dado contra el suelo, bendito sean los reflejos de este doctor—.  Dijo Alma mientras miraba a Jorge, conociendo a Alma ya se lo había comido con la pura mirada.

—Así es hermana, pero lo bueno que estás bien, voy por un trago abajo vuelvo en un rato—. Se levanto Rene de el sillón y salió por la puerta de mi habitación.

—Yo te acompaño necesito algo para controlar las inventas ganas de salir y buscar a Fernando para darle su merecido—. Dijo Alma y se fue con René.

Me quede sola con Jorge, que no paraba de verme—

—Hey no me mires mucho que me desgasto Salinas—. Le dije mientras me tapaba el rostro.

—Ehh.. yo..yo lo siento...no quise incomodarte—. Dijo tartamudiando mientras se alejaba un poco de mi.

—Y bien ¿ya me pueden dejar sola?—. Le pregunté.

—Oh yo lo siento, me voy, cuídate cualquier cosa me hablas estaré en la sala—. Me dijo mientras se levantaba de la cama.

—Estaba bromeando, la verdad no quiero quedarme sola, siento que en cuanto me quede sola me voy a desvanecer y me pondré a llorar—. Lo mire y él estaba sonrojado.

—No soy buena compañía, pero podemos ver una serie en Netflix o armar un rompecabezas lo que tú quieras hacer—. Me dijo mientras apretó mi mano.

—Lo del rompecabezas descartado, ahorita no tengo mente para eso, auch—. Me queje porque me dolían los pechos me imagino que tenía leche o algo así porque en el hospital no me habían pedido nunca ni revisado de ahí, y ahora sentía un ardor feo.

—¿Qué tienes pecas?—. Me dijo mientras me miraba y trataba de analizarme.

—Me duele mucho—. No pude reaccionar por el apodo que me dijo pero enserio me había dicho pecas.

—¿Qué te duele?—. Se arrimó hacia a mi.

—Mis pechos—. Un hijo de voz salió de mi mientras salían unas lágrimas.

—Oh oh, yo no soy experto en eso, me imagino que es por la retención de leche, puedes ir a analizar al baño si es eso, no puedo tocar sin tu permiso, aparte yo no haría eso de tocarte eres como mi hermanita, anda ve aquí espero—. Me dio risa las ultimas palabras que dijo.

Me levante y fui al baño, me quite la blusa que llevaba puesta junto con el sostén y si definitivamente mi pecho estaba goteando leche y grite, de pronto escuché que tocaron la puerta—

—Pecas ¿estas bien?—. Escuché a Jorge que decía.

—Jorge definitivamente acertaste con lo que me dijiste, me esta pasando eso—. Le dije mientras me sonrojaba.

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