Verdad
Silvia
Abrí los ojos y vi que estaba en mi habitación, no recuerdo como llegué aquí, aparte del helado que comí también me tome algunos tragos, yo sé que el alcohol no soluciona nada pero esta carga era demasiada para mi.
Salí y fui hacia la cocina eran 6:30 el amanecer ya se veía entre los ventanales de el departamento.
Escuché como se abría una puerta y volteé, era Jorge con sus pantalones de la pijama a la cadera y sin camisa, me encendía verlo así, no éramos pareja pero si se podía decir éramos algo, tome la cafetera y me hice mi café, sentí cerca a Jorge—
—Bonita ¿Cómo dormiste?—. Me pregunto.
—Bien—. Se lo dije a secas.
—¿Qué tienes bonita?—. Me tomo de la cintura y me abrazo hacia el.
Quede enfrente de su desnudo pecho, con poco vello en el.
—Creo que tengo resaca, pero nada mejor que un café lo quita—. Pase saliva.
—Oh, yo pensé que estabas enojada—. Me dio un beso en la frente.
—No, no estoy enojada, la cafetera está lista—. Quería que me soltara pero cada vez me apretaba más hacia el.
—Sabes algo Bonitq, hoy vueles riquísimo—. Arrimó su nariz a mi cuello.
—Luego te paso el nombre de mi perfume para que tu vuelas igual—. Puse mi mano sobre su pecho.
—Me encanta cuando te haces la difícil sabes—. Lo escuché agitado.
No quería calentarme yo y que esto acabara en un rapidín de la mañana, no habíamos tenido sexo y esto que estaba haciendo era un peligro, con que me besara el cuello me calentaba.
—Anda que se nos hace tarde para trabajar Jorge—. Quería que entrara en razón y no.
—Bonita, estás caliente—. Y si definitivamente sentí mi piel hirviendo, ya me había calentado.
—El aire acondicionado está mal—. Me pego más a él y fue cuando sentí su entrepierna levantada.
Mis pezones estaban levantados y rozaban mi bata de dormir.
—Hay bonita, entre mas te resistes más me dan ganas—. Sentí que me asfixiaba.
—Ya Jorge por favor—. Lo empuje y me safe de su agarre.
Lo dejé en la cocina y me metí rápido al baño, Jorge Salinas me había calentado con tan poco.
Me bañe y saliendo me fui a cambiar, salí de mi cuarto y fui hacia la sala, me di cuenta que Jorge no estaba, mierda cuanto me tarde que no me di cuenta.
Me fui hacia la cocina y vi una nota
"Bonita, perdón por lo de esta mañana pero cuando te levantas te vez tan sexy, ya dejando eso atrás, me vine temprano al hospital para hacer la prueba de ADN se me olvidó comentarte, el cuidador de el edificio te llamará a un taxi a las 7:20 para que estes lista, te quiero peca" Jorge.
Me apresuré y salí hacia donde estaba el portero, definitivamente había un taxi esperando.
En el camino iba pensando en cómo le había ido a Jorge con la prueba de paternidad, me imagino que ya había tenido su primer reencuentro con su hijo.
Llegué al hospital, quería ir a la oficina de Jorge pero mejor me desvié de camino y me fui a la mía, entre, deje mis cosas en el sillón de ahí, volteé mi silla para admirar la ciudad que se veía entre los ventanales.
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El destino
RomanceSilvia una joven de tan solo 20 años pasó la desgracia de su vida, después de sufrir un abuso de parte de tu pareja Fernando y que el pasado no la dejara en paz. Decidió irse a estudiar a Roma, Italia para librarse de su pasado y sus tormentas. Lo q...