Reencuentro
Silvia
Salí con Alma a ver los últimos detalles de la fiesta, Jorge me llamo cuando íbamos en camino, se estaba tomando una copa de vino y ya era noche allá, se miraba demasiado guapo tomando su vino, Dios cuando lo extraño.
La fiesta sería en un terreno de los padres de Alma, estaba al aire libre, también fuimos a por el pastel donde saldría el sexo del bebé.
Alma me llego a comer al Mercado de mi ciudad, unos tacos de bistec deliciosos, extrañaba esta comida de mi ciudad, me comí 6 en total, pero es que no sé cuando vuelva otra vez por acá, después de esta fiesta me espera demasiado trabajo.
Después de estar todo el día arreglando cosas de la fiesta, llegamos a mi casa.
Eran las 10 pm ya, sentía que mis pies iban a explotar de andar de pata de perro, pero solo lo hice porque mi amiga no puede forzarse mucho, si no me dejo manejar ella se aventó todo del día llevándonos a todos lados.
Subí a mi habitación y me encontré con Jorgito, estaba en mi cama viendo una película en la pantalla.
—Hola bonito—. Salude.
—Hola Silv—. Se me hacía extraño que estuviera el solito sin Ricardo.
—¿Y tú tío?—. Pregunté.
—Fue con René de fiesta—. Este Rene nunca cambia.
—Entonces toca noche de películas—. Brinque hacia la cama.
—Si si, el primero que se duerma recibirá un castigo del otro—. Dijo el emocionado.
—Arre le entró—. Estrechamos las manos. —Me voy a ir a dar un baño y regreso—. Asintió y entre al baño.
Abrí la regadera y me quite la ropa, este baño me caería de maravilla para descansar para el día de mañana.
Salí del baño en bata, porque a la mensota de yo se le olvidó meterse su pijama, voltee hacia la cama y el niño ya estaba dormido, sabía que ya caería dormido.
Me puse la pijama, no había traído ninguna sexy ni nada, pues Jorge no estaría aquí, no más traía una sexy con short y blusa de tirante, me envolví el cabello en una toalla y cargué al niño en mis brazos para llevarlo a su habitación, nada me hacía con que durmiera aquí pero quería dormir bastante estirarme a mis anchas y para que el también durmiera bien.
Lo recosté desdoblando un pedazo de la colcha para arroparlo, le di un beso en la frente y salí cerrando la puerta cuidadosamente.
Me acosté en mi cama, revisé si no tenía ningún mensaje de Jorge y para mi sorpresa no tenía ninguno, me tome una pastilla para calmar el dolor de mis pies, así que me dormí.
Los primeros rayos de luz entraron por mi ventana, algo molestos para alguien que quería seguir dormida, me tape con la sabana la cara, y me voltee para mi lado izquierdo porque en la posición que estaba ya me había cansado, pero al voltear me dio el olor de algo que yo conocía, me destapé sin abrir los ojos y sentí que alguien acariciaba mi rostro junto con mi cabello.
—Buenos días mi bella dormilona—. La voz de Jorge me hizo abrir los ojos, pensé que era un sueño pero no, a lo mejor estoy alucinando pero no, Jorge estaba en vivo y en color alado de mi.
—Mi amor—. Me aventé hacia él besándolo. —Pensé que no ibas a alcanzar—.
—Para que veas mi pecas, ya no aguantaba estar ni un día más sin ti—. Vi que traía con él un ramo de tulipanes.

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El destino
RomanceSilvia una joven de tan solo 20 años pasó la desgracia de su vida, después de sufrir un abuso de parte de tu pareja Fernando y que el pasado no la dejara en paz. Decidió irse a estudiar a Roma, Italia para librarse de su pasado y sus tormentas. Lo q...