El destino

Capitulo 27

Siempre seremos uno

Silvia

Toda esta situación de Emily, su muerte como quien dice me tenia algo estresada, ahora tener que cuidar a un niño, yo siento que mi bebé estaba conmigo.

Yo no sé ser madre pero yo sé que mi instinto maternal saldrá.

Esto del ataque de ansiedad que me dio fue algo que no sabía que volviera a pasar, en Italia me había pasado dos veces pero no al grado de desmayarme.

Ahora estaba en el hospital, Jorge estaba dormido en el sillón que no se veía nada cómodo, también esta cama donde estaba yo no estaba cómoda, yo no sé como decían que este hospital es de los mejores de la Ciudad de México si están súper incómodas las camas.

No podía dormir quería mi celular, no sabía dónde estaba y me daba pena hablarle a Jorge porque si se veía que estaba dormido tan tranquilo.

Me levante como pude sin hacer ruido y lo busqué en el bolso que habían traído con mi ropa.

¡Bingo lo encontré!, dije en voz baja y me volví a meter con cuidado a la cama.

Busque en Netflix una película no tenía sueño, la película que puse fue "Una mujer sin filtro", me encanta esta película, demuestra que la mujer debe expresar todo lo que siente y sentirse poderosa.

Me iba a reír pero vi de reojo que Jorge ya empezaba a moverse y mejor apague el teléfono y me di la vuelta dándole la espalda.

En la mañana...

Desperté, volteé hacia el sillón y no estaba Jorge, tome el celular de la mesa de noche y vi que tenía un mensaje de Alma—

Alma: Oye amiga, el niño está preguntando por ustedes que le digo?—. Eso decía el mensaje de Alma.

Yo: Dile que en un rato vamos ya, no nos tardamos sólo que me den el alta, no les vayas a decir eh—. Envié el mensaje.

Alma: Ok yo le digo, ¿Cómo amaneciste?—. Pregunto en su mensaje.

Yo: Bien, pero la verdad necesito mi cama esta cama esta horrible, te juro que cuando allá junta de personal para hablar con los dueños les dire que cambien de camas—. Finalice y apague el teléfono.

La verdad ya quería irme a mi casa, bueno no mi casa al departamento de Jorge me urgía darme un baño para descansar bien.

Se empezó abrir la puerta y entró Jorge, venía con un ramo de tulipanes bueno no era un ramo solo eran 4 tulipanes, pero no me importa con que me haya traído una margarita tenía yo amo esos detalles—

—Buenos días pecas, ¿Cómo sigues?—. Pregunto mi amado.

—Ya bien, me urge ya irnos de aquí necesito un baño—. Le hice un puchero.

—La verdad que si te urge un baño hasta acá vuele—. Hizo una mueca.

—Oye no te burles de mis olores—. Dije cruzándome de brazos.

—Yo te amo a ti y a tus olores—. Me beso la frente.

—¿A qué hora nos vamos?—. Pregunté.

—Ya ahora, aquí traigo el alta, sólo que me dieron muchas indicaciones de que no debes mal pasarte las comidas y comer muchas frutas—. Dijo.

—Pan comido no te preocupes, bien tráeme mi ropa ropa con esta ropa me siento fatal y me veo—. Dije.

—Te ves bella con lo que sea sabes—. Como no querer a este hombre era tan cursi.

Me apure a cambiarme y nos fuimos, en el camino en el carro me dormí no había dormido muy bien que digamos y saber que ya iba a mi cama me daba paz.