Nuevo hogar
Silvia
No se cuánto tiempo había pasado, abrí los ojos y me encontraba dentro del auto de Jorge en un estacionamiento, me alarme y voltie hacía mi izquierda y él no estaba, dije entre mi "Ya me quiere secuestrar", abrí la puerta y justo cuando me iba a bajar salió el—
—Ya te cansaste de dormir pecas—. Me dijo sonriente y traía en sus manos botellas de agua.
—¿En donde estamos Salinas?—. Me acomodé el pelo un poco.
—Estamos en el estacionamiento de mi casa—. Me respondió.
—Me llevas a un hotel al Hard Rock para ser exactos—. Me levante del asiento para desentumirme.
—Eso va hacer imposible Silvi, tu hermano me llamo para que te diera alojamiento, porque él no quería que anduvieras en hoteles, y me dijo que si te podías quedar conmigo y le dije que si—. Me acerco la botella de agua y la tome dándole un grande trago.
—Cuando va a entender mi hermano que ya no soy una niña por Dios, pero acepto quedarme contigo porque no quiero que te sientas como rechazado—. Camine hacia la parte de atrás para sacar mis maletas y el fue a alcanzarme.
—Eso si señorita, me va a dejar consentirla en lo que yo pueda, usted es mi invitada déjeme llevar eso—. Tomo mis maletas y empezó a caminar.
Lo seguí y subimos al elevador, 10 pisos para llegar al departamento de el, saco la llave de su bolsillo y llegamos al departamento, el 12-BC, lo abrió y me ofreció a pasar primero como todo un caballero, la verdad me sorprendí bastante al ver el orden de las cosas, esos sillones blancos con las paredes grises y azules la verdad si combinaban demasiado, un departamento demasiado grande para un soltero, mi silencio fue interrumpido cuando él habló—
—Y bien ¿te gusto mi departamento?—. Dijo mientras dejaba las maletas alado de un pasillo.
—Si, está Perfecto, muy grande para ti Salinas—. Le dije mientras volteaba a ver el departamento.
—Es pasable pecas, ven a conocer tu habitación la acomodo pensando en tus gustos—. Me agarro de la mano y me llevo hacia la habitación.
Esa colcha verde esmeralda y algunos toques de verde, blanco y grises que tenia le daban la ilustración de una habitación lujosa—
—Está bonita Salinas, gracias por pensar en mi espacio personal por un tiempo, créeme que es muy de mi gusto todo—. Le dije mientras me arrimaba y lo abrazaba, noté que se puso rojo cuando me separé.
—Bueno te dejo, ahorita traigo tu maleta, la lavandería está en la cocina, ojo en dejar tu ropa interior por ahí, tienes tu propio baño y closet, a por cierto se me pasaba decirte tienes hasta un balcón para ver directo hacia la ciudad nuestro hermoso Polanco—. Dijo mientras salía y regresaba con las maletas.
Toda la tarde me pase acomodando mi ropa y artículos de baño que traía, junto con otros artículos que también traía y muy importante mi tortuga iría en la cama como la tenía allá, en los burós de noche color blancos iria mi foto de mi bebé.
Acomodé todo y vi la hora eran las 8 pm si había tardado algo en acomodar y eso que no traía nada, me di un baño y salí como siempre en pijama fresca con una blusa de tirante y un short corto, salí a la cocina para ver qué había de comer, al abrir el refrigerador me encontré con puras frutas y verduras, algunas ya podridas y un galón de leche de coco, busqué en el congelador y por suerte había fresas congeladas, eso sería mi cena un licuado, busque la licuadora para hacerlo, cuando acabe de prepararlo lo serví en un vaso; fui y me senté al sillón con mucho cuidado porque hasta miedo tenía de derramar una gota de mi licuado, llame por videollamada a Alma yo sabía que me iba a regañar después de 3 años no le había hablado porque quise desconectarme de todo y empezar mi vida desde cero—
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El destino
Roman d'amourSilvia una joven de tan solo 20 años pasó la desgracia de su vida, después de sufrir un abuso de parte de tu pareja Fernando y que el pasado no la dejara en paz. Decidió irse a estudiar a Roma, Italia para librarse de su pasado y sus tormentas. Lo q...