Capitulo 31

56 1 8
                                        

Hasta aquí

Silvia

Estaba que me moría de los nervios, Fernando ya sabía dónde me hospedaba y ni cómo irme a otro hotel yo sola, así estaría más desprotegida.

Alma dijo que me ayudaría con Jorge, pero lo que lo entiendo es como ese video del que tanto habla Jorge había llegado a sus manos m, ¿Acaso él me mandó a cuidar para que no cometiera ninguna estupidez? me pregunté, mil preguntas giraba alrededor de mi mente.

Iba a ir a las atracciones que tenía Xcaret, pero con este problema que había pasado y ahora que Fernando estaba más cerca de mi, mi vida estaba en riesgo.

Me acosté nuevamente, estaba esperando a que Alma llamara nuevamente, quería ver cómo habían sido las cosas allá, porque conociendo a Jorge no iba a querer escuchar todo.

Si él decidía cortar conmigo me dolería con todo el alma, en tampoco tiempo ya se había vuelto mi todo, no lo creo tan estupido para no querer ni una explicación de mi, ni ver porque pasaron las cosas, me daba más coraje que me casi dijera que soy una piruja, yo sé que no lo digo pero casi casi.

Cerré los ojos y me volví a dormir...

Entre sueños escuché como sonaba mi teléfono, así que desperté por si era verdad, lo agarre y vi que era Jorge, hay Dios ya me está llamando le contesto o no le contesto, bueno le contento:

—Bueno—. Contesté.

—¿Dónde estas Navarro?—. Dios me dolió que me llamara por mi apellido nuevamente.

—Estoy en la habitación del hotel—. Respondí.

—ok, ¿Qué número es?—. Volvió a preguntar, mis sospechas eran de que estaba aquí o venía para acá.

—Es la habitación 5-14–. Escuché como colgó.

Me daba tanto coraje que fuera así de extraño, porque no me decía que vendría y ya sabía las cosas, pero él también estaba enojado, no sabía si Alma ya le había dicho sobre Fernando o seguía enojado por lo del video, mil preguntas pasaban por mi mente.

Salí al balcón y me senté en la a maca, admiraba esta vista, esto me tranquilizaba un poco lo de ver paisaje.

No tenía hambre, toda esta situación no me había dejado pensando que comer, aparte no sabía si iría a la conferencia, Susy no me había llamado para nada, a lo mejor ellos si estaban disfrutando del parque que tiene el hotel.

Escuché que tocaron la puerta, así que me dispuse a ir a abrirla, cuando estaba por abrir me puse a pensar de que si era Fernando me agarraría desprotegida solo toque la manija, escuché afuera que llamaban "Silv amiga soy yo Alma"rápido abrí, en cuanto la vi me aventé a sus brazos y entre su hombro y cuello me puse a llorar. No saben cuánto me hizo falta este abrazo en estos momentos—

—Tranquila mi solecito, ya estoy aquí—. Dijo acariciando mi pelo con una de sus manos.

—Al...ma yo... yo no quería esto—. Dije.

—Yo se amiga, pero ese esperpento se va arrepentir créeme—. No me soltaba a de su abrazo.

—¿Y...Jorge?—. Por fin me animé a preguntar entre sollozos.

—Bueno amiga, él no...—. Se quedó callada. —Le platiqué qué habías visto nuevamente a Fernando y la situación que te había llevado lo qué pasó en el video pero no me escucho y solo me mando aquí contigo—. Pero que no había venido el, no podía ser.

—Alma, Jorge ya no me quiere ver verdad—. Voltee a verla a los ojos, sabía que se iba a poner nerviosa.

—Eeh... yo no sé amiga, deben hablar sus cosas tú y el, pero a lo mejor si viene porque cuando yo venía él estaba hablando muy sospechosamente—. Dijo.

El destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora