Enfrentar
Jorge
Salí corriendo de la habitación, me dirigí hacia la sala, ahí estaba Alma hablando por teléfono, en cuando me vio colgó—
—No está Silvia verdad—. Dijo como si ella sabía algo.
—No no está, tu sabes donde está—. Estaba que explotaba de coraje.
—Está con René, también está tú pequeño, solo que no sé dónde fueron—. Respondió.
—Llama a René, necesito hablar con Silvia para solucionar esto—. Apreté mi mandíbula.
—Jorge... es mejor que le des espacio a Silvia, no la quieras forzar a hablar ahorita, ella está dolida por todo—. Voltee a verla con poco de odio.
—Alma yo quiero hablar con ella quiero arre...—. Me interrumpió.
—Pero serás terco deja en paz a Silvia cuando ella le dé la gana hablará contigo dale espacio y déjala ya vivir su vida—. Ahora ella se estaba enojando.
Me di la vuelta y me fui a encerrar a la habitación, me acosté y abraze la almohada que ella utilizaba, olía a ella, aún podía oler su olor a fresas que nunca había cambiado.
Escuché como tocaron la puerta, no quería ver a nadie pero tenía un hijo por cuidar, di el permiso para que pasaran—
—Hola papi—. Voltee a ver y estaba mi hijo junto con René.
—Hola pequeño—. Dije mientras dibujaba una sonrisa en mi rostro.
—Papá ¿Por qué Silvia ya no vivirá con nosotros?—. La pregunta que más me temía.
—Son cosas de adultos corazón, cuando estes más grande los entenderás—. Respondí.
—Papá se pelearon verdad—. Este niño intuía todo.
—Algo de eso pequeño, pero pronto los sabrás y verás que Silvia pronto viene—. Sonreí un poco más. —Ahora dejame hablar con el tío Rene—. El niño asimtuo y salió.
—Lo primero que te dije salinas y la primera mierda qué haces—. Me merecía todo esto.
—Rene yo malinterprete la situación créeme—. Dije.
—Mi hermana no es como las que a ti te gustan Salinas, que cada día o fin de semana cambiabas, no te pusiste a pensar en lo que había detrás del video, no la justifico ni porqué es mi hermana, yo desde un principio te dije si le haces algo a Silvia yo no te perdono y menos ella te perdonará, yo la conozco tan bien—. En todo lo que me decía era verdad, no me merecía el perdón de ninguno de los dos. —Yo te perdono Salinas porque los dos se equivocaron pero Silvia no te perdonara dala por perdida y si se puede arreglar dale su espacio, solo para avisarte que mañana nos regresamos a Guanajuato—. Se dio la vuelta y salió de la habitación.
Me acosté nuevamente abrazando la almohada, llame a una conocida que era niñera para que me ayudar a cuidar a Jorge y si podía, todos los días estaría con mi hijo.
Silvia
Por suerte la habitación tenía televisión, así que me puse a ver una película al menos para no sentirme tan sola, Sebastian llegaría hasta el domingo y apenas era viernes. Así que sería un fin de semana aburrido.
Me quede dormida viendo la película, entre sueños llego una pesadilla "Estaba yo en la playa, volteé a mi derecha y venía Jorge hacia mi, atrás de él venía Fernando, Jorge llego y me abrazó, me beso, Fernando llegó por atrás y lo apuñalo", fue cuando desperté y grite agitada "Jorge", tome mi celular y llame a Jorge
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El destino
RomanceSilvia una joven de tan solo 20 años pasó la desgracia de su vida, después de sufrir un abuso de parte de tu pareja Fernando y que el pasado no la dejara en paz. Decidió irse a estudiar a Roma, Italia para librarse de su pasado y sus tormentas. Lo q...