Encargo.
Silvia
Jorge y el niño entraron a ver a Emily, tenía que se tratara de lo que siempre vivían mis pacientes la famosa "Despedida", a uno como médico te preparaban para dar la noticia, pero cuando se trataba de alguna persona a ti no, eso era lo más doloroso.
Jorge aún no se disculpaba por como me grito, pero lo perdoné en silencio lo entendía estaba estresado sin saber que hacer.
No me di cuenta que venía en pijama y en pantuflas, la prisa de salir de el departamento para venir al hospital no me percate de como venía, dije en mi mente "Ojalá que no se me haya visto nada afuera de lugar", suspire.
Levante la mirada y vi que Jorge venía caminando hacia mi con el niño, me levante de mi asiento y llegamos y nos volvimos a sentar—
—Silv amor, Emily quiere hablar contigo—. Dijo.
—¿Conmigo?—. Me sentí extrañada.
—Si contigo, no sé para qué te quiera, sólo que dijo que pasarás—. Se sentó a mi lado.
Me levante y me dirigí hacia el pasillo de las habitaciones, sentía los nervios y el miedo de punta, yo no sabía que le diría a Emily a lo que me contara o dijera.
Entre y la vi ahí acostada alrededor muchos aparatos, me acerqué abalizándola—
—Silvia—. Tosió.
—Calma Emily todo estará bien aquí estoy—. No me salían del todo las palabras.
—Seré rápida, no me queda mucho tiempo aquí en—. La interrumpí.
—Claro que te queda mucho tiempo, tiene que ver a tu hijo crecer, ver a tus nietos Emily, vamos lucha por eso—. Sentí como una lagrima resbalaba por mi mejilla.
—Mi tiempo aquí ya se acabado, me alegro de que Jorge haya conocido a una mujer como tú tan noble—. Volvió a toser.
—Calla Emily, no digas tonterías vas a salir de esta por tu hijo—. Un nudo en la garganta empecé a sentir.
—Silv, quiero que cuides de mi hijo como si fuera tu hijo, te lo encargo un montón—. Me sonrió como súplica.
—Gracias Emily por esto, pero no me siento preparada como para una responsabilidad así, pero la acepto créeme que a ti hijo no le faltará nada de cariño—. Acaricié su cabello dorado.
—Gracias Silv... yo sé que en el pasado perdiste algo muy Preciado, tómalo como un regalo devuelto—. Sus ojos empezaban a perder brillo.
—Emily, ¿te sientes bien?—. Me alarme.
—Mi momento a llegado dile a mi hijo cuánto lo amo y que lo cuidaré desde donde esté y que lo esperaré allá arriba cuando le toque—. Dijo.
La máquina de registro de latidos empezó a sonar, Emily empezó a convulsionar, quise calmarla pero era imposible. Grite "Un doctor, necesito un doctor rápido".
Inmediatamente llegaron los doctores y enfermeras a la habitación, me aparte a un lado y vi cómo hacían todas sus maniobras, quería intervenir yo pero sabía que me iban a hacer un lado.
Escuché a uno de ellos decir "Hora de muerte 4:45 am", voltee y los vi cubrir el cuerpo de Emily con una sábana.
Salí hacia la sala de espera y Jorge me vio, corrió hacia a mi dejando al pequeño dormido en las sillas—
—Amor ¿Qué pasó?—. Tenía mi rostro cubierto por mis manos y sollozaba.
—Emily... se nos fue—. Volví a sollozar y me lancé en su pecho para cubrir mis lágrimas.

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El destino
RomanceSilvia una joven de tan solo 20 años pasó la desgracia de su vida, después de sufrir un abuso de parte de tu pareja Fernando y que el pasado no la dejara en paz. Decidió irse a estudiar a Roma, Italia para librarse de su pasado y sus tormentas. Lo q...