Capitulo 56

29 1 6
                                    

Preparativos

Silvia

Compre unos zapatitos tejidos grises, una sábana blanca con puntos grises y un peluche de conejo pequeño.

En el centro comercial hay una tienda donde te arreglan esta clase de arreglos, así que para que me quebraba la cabeza solo les diría mis ideas y ellos lo harían.

No les daría la prueba de embarazo, esa me lo haría en la casa y la pondría en la caja yo, porque me daba vergüenza que ahí tuvieran mi chis en la prueba, imagínense que la abran por error y les de olor, mejor la pongo yo.

Deje todo en la tienda, me dijeron que la tendrían para mañana a las 4, perfecto para la fiesta aun que no sabía a qué horas iba hacer aún, Alma dijo que llegaba hoy en la noche, le mandaré mensaje que llegue aquí al hospital para que Jorge no se diera cuenta.

A lo mejor doblaba para que Jorge no se diera cuenta de todo y haría los preparativos desde aquí.
Aun que creo que sospecharía un poco si Rene llegaba allá a su casa.

En el camino mientras él Uber me llevaba al trabajo llame a Alma para ver qué se me ocurriría.

—Bueno Amigui—. Contestó.

—Holi, cómo está mi sobrina?—. Pregunté.

—Yo estoy muy bien Gracias por preguntar, la bebe está muy bien cada día siento que peso más—. Si supiera que próximamente voy a estar así yo.

—Que bueno que las dos estén bien—. Me toque el vientre.

—¿Ya te hiciste los análisis Navarro?—. Sabía que me iba a preguntar.

—Ya, salió que tengo anemia—. Espero y se la crea.

—Ayyy que lastima, casi creí que estabas embarazada—. Que siga creyendo porque si lo estoy.

—Te fallaron los cálculos Alma—. Me reí. —¿Si vendrás a la capital?—.

—Si amigui, de hecho estoy haciendo mi maleta ahorita nos vamos a las 4 para allá—. Perfecto no se toparían a Jorge aquí en el hospital, bueno eso creo.

—Perfecto, en vez de llegar a la casa de Jorge llegan a la casa de Sebastian—. Sabía que se me iba a ocurrir algo.

—¿Donde es?—. Pregunto algo extrañaba Alma.

—Te mando dirección por mensaje, pero primero llegas aquí para darte la llave y la clave, ahorita le voy a pedir permiso a Sebastian para ver si se pueden quedar esta noche ahí, porque Jorge no saben qué vienen ustedes, ni siquiera sabe de la fiesta—. Ni que me he sentido mal.

—Está bien Silvia, ¿Vas a doblar turno?—. Pregunto.

—A lo mejor si para que Jorge no sospeche o podemos hacerlo todo en la casa de Sebastian, sirve que él nos ayuda—. Algo se me tenía que ocurrir.

—Está bien pues, llego allá como a las 8, pasamos para que nos vayamos a la casa de Sebastian—. Que bueno que no iba a doblar.

—Bueno nos vemos al rato ya voy a llegar a el hospital, con cuidado buen viaje—. Nos despedimos y colgué.

Llegué al hospital y subí a mi oficina, me topé a Sebas en el elevador y le conté mi plan, me dijo que si se podían quedar en el departamento y que la ayuda que ocupáramos él nos iba apoyar en la fiesta.

El destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora