🦋Capitulo 3.🦋

3.7K 139 3
                                    

Arabela

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Arabela

Vladmir está tan furioso que ni mis besos lo han calmado; los celos lo están matando.

—Bien, si no te vas a relajar, no podemos hablar. Así no se puede, yo me largo. —expreso molesta, empezando a caminar.

No llego muy lejos cuando siento sus fuertes brazos abrazarme.

—¿A dónde crees que vas? Ya estoy calmado, vámonos. —habla mientras hunde su cara en mi cuello y aspira mi aroma. —Hueles deliciosa, me encantas. —dice dándome besos.

No digo nada y nos vamos juntos. Sé que él no está nada calmado; lo puedo notar por cómo aprieta el volante o su rostro que refleja la rabia que siente. Le empiezo a explicar todo y creo que no debí; ahora su rostro refleja más molestia. Él maneja más rápido.

—Maldito imbécil, si se atreve a acercarse a ti otra vez, lo mato. —gruñe y le pega al volante.

Sí, no debí decirle. La próxima vez que pase algo así, mejor no digo nada. No sé qué tiempo ha pasado ni a dónde vamos; solo sé que nos hemos mantenido en silencio, ninguno habla y es mejor así.

—¿Por qué dejaste que ese imbécil te tocara? —pregunta mientras se estaciona.

—¿Crees que yo quería que me tocara? Pero me imagino que no viste cuando lo aparté en el momento. —mi tono sale molesto. —¿Podrías por un momento dejar tus celos y pensar un poquito?

Bajo del coche sin esperar respuesta; la brisa fría golpea mi cuerpo, me estremezco, debí poner algo más cubierto. Miro a mi alrededor y estamos en un sendero rodeado de árboles; respiro profundo. Cómo él puede pensar que yo, por gusto, iba a dejar que otro me tocara.

—Hermosa, perdón, estos celos me matan. —me dice abrazándome. —No me gusta que estés así conmigo. —habla mientras hunde su cara en mi cuello.

No digo nada y dejo que siga oliéndome el cuello; me encanta cuando lo hace. De repente, se aleja y me agarra el brazo, empezando a caminar. Nos mantenemos en silencio y dejo que él me guíe. A una distancia prudente están los idiotas que nos vigilan. Cruzamos unos alambrados que dicen "peligro, no cruzar". Él me dice que no me preocupe y seguimos caminando, subimos una pequeña montaña que es un poco dificultosa, pero no difícil.

Nos detenemos al final, y quedo asombrada. Desde aquí se puede ver la ciudad completa; es hermoso. Con una sonrisa, miro por todos lados. Él me agarra, se sienta y hace que me siente en sus piernas.

—Este es mi lugar favorito, quería que lo conocieras. Hace mucho no venía, y quiero que seas parte de este lugar. —explica mientras me besa tiernamente.

—¿Ya no estás molesto? —pregunto viéndolo a los ojos.

—Aún lo estoy, pero no tienes la culpa de que ese imbécil se te insinúe. Eres demasiado bella y es normal. —dice volviéndome a besar. —Por suerte me controlaron, porque lo iba a matar. —asegura, y yo río.

Arabela «PGP2024»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora