🦋Capitulo 60.🦋

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Vladmir

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Vladmir

Vuelvo a repasar el plan para rescatar a mi mujer. Tengo todo memorizado, desde la ubicación hasta la estrategia para rodear el lugar. Nos dividiremos en grupos liderados por Fabrizio, Ferrano, Patrick y yo. Les explico detalladamente lo que deben hacer, exigiendo que no haya ningún error, o lo lamentarán.

La tensión en la habitación se corta con un cuchillo. Todos nos preparamos, seleccionando nuestras armas con determinación. Mis ojos brillan con el arsenal de armas desplegado sobre las mesas.

—Espero que hayan entendido la magnitud de esto, no toleraré ni un maldito error. ¿Entendido? —Especto con rabia, mi mirada atraviesa a mis hombres, exigiendo su total compromiso.

—Sí, señor. No habrá errores. —afirman con determinación.

—Eso espero. Mi mujer debe regresar sana y salva, o cada uno de ustedes pagará las consecuencias. —Veo cómo se tensan al escuchar mis palabras.

La rabia hierve en mi interior que podría acabar con cualquiera en estos momentos. Incapaz de imaginar el sufrimiento que ella debe estar soportando. Me siento impotente, pero sé que pronto la tendré entre mis brazos, alejándola del demente de mi hermano. Juro que, si le ha hecho algún daño, pagará con creces.

Una tos interrumpe mis pensamientos, y me doy cuenta de que Fabrizio me está mirando.

—Cuñado, acaban de informarme que uno de los infiltrados de Bellucci dijo que ella intentó huir, pero no lo logró. En una hora tendrán una velada. Sabes lo impulsiva que es, y si no se controla, arruinará todo y no podremos rescatarla. Tenemos que actuar rápido. —Fabrizio habla con rabia y urgencia.

Maldición. Conozco a Arabela, sé que no se controlará. Le envió un mensaje advirtiéndole que no cometa ninguna locura y que espere por mí.

Me acerco a todos, mirándolos con rabia y seriedad evidentes.

—Última cosa, Alan es mío. Cuando lo encontremos, no quiero que nadie le ponga una mano encima. Me encargaré personalmente de él, nadie debe interponerse. Es algo que yo debo manejar y cobrar cada cosa que ha hecho. ¿Entendido? —Aseguro con determinación. Ellos asienten.

Con todo claro y en posición, salimos decididos a rescatar a mi mujer. Una flota de camionetas nos sigue. En el trayecto, siento que la desesperación amenaza con colapsarme.

Casi una hora nos tomó llegar al lugar. Nos mantenemos en las sombras para no atraer atención prematura. Observamos el terreno y hago una señal para avanzar. Nos dispersamos en silencio, el eco de nuestras pisadas apenas perceptible. La tensión en el aire es palpable, la adrenalina fluye mientras avanzamos hacia el objetivo.

Con sigilo, me adentro en el oscuro jardín trasero. Fabrizio y su grupo se deslizan por las sombras hacia la entrada principal, preparados para sorprender a los guardias con un ataque rápido y coordinado. Ferrano y su equipo se deslizan por el lateral derecho, apuntando a desactivar cualquier sistema de seguridad que pudiera poner en peligro nuestra misión.

Arabela «PGP2024»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora