🦋Capitulo 54.🦋

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Vladmir

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Vladmir

—¿De verdad tendremos un hermanito o hermanita? —pregunta Alessandro con emoción.

—Sí, mis amores, pronto estará junto a nosotros. —responde Arabela con una enorme sonrisa.

—Entonces, ¿tú y papá se van a casar? ¿Vamos a vivir juntos? —dice Alessio, mirándola con los ojos bien abiertos.

—Queremos que se casen y estemos todos juntos. —dice Alessandro.

Arabela me mira, y le doy una media sonrisa. Ella les dice algo que no logro escuchar. Me quedo contemplándolos. La veo a ella, se ve tan hermosa, es sensual, y no puedo negar que la amo como un loco. Que me ocultara tanto tiempo a mis hijos me dolió. Por un lado, la comprendo, que me lo ocultara, pero aun así duele, perdí cinco años de su vida, pero ya no quiero perder más tiempo y deseo estar a su lado.

Este mes que según yo la estaba castigando, lo sentía como si fuera para mí, me moría de ganas por tenerla entre mis brazos, devorar esa boca y cogerla por todos sus agujeros, hacerla mía todos los días. Pero debía ser fuerte, aún no podía perdonarla tan fácil, pero no aguanté, tenerla tan cerca me descontrola.

Sé que haberle dicho esa estupidez de que es un desliz fue lo más estúpido que pude haber dicho y me arrepiento de ello. Aunque aún no le he dicho que la perdono, y sí lo haré. No puedo seguir así, la necesito como el aire para vivir, pero mejor la torturare un poquito, y tengo una idea de cómo lo haré.

Ahora ambos nos vengaremos de los que nos han dañado. Mi padre ha sido un maldito desgraciado que merece ser castigado. Ya está en nuestro poder siendo torturado lentamente hasta que podamos ir a Estados Unidos y encargarnos de su tortura personalmente. Pienso como mi diosa, no hay que matar a nadie; torturar es más placentero. Sé que es mi padre, pero mierda, ya ha hecho demasiado y debe sufrir.

Mi hermano también merece tortura. No le perdonaré que haya secuestrado a mis hijos y que me haya mandado a matar, además de lo que le ha intentado hacer a mi Arabela. Para colmo, está obsesionándose con ella, pero sobre mi cadáver tendrá lo que me pertenece. Ella es solo mía. La verdad estoy sorprendido de que él sea la bestia, nunca me lo imaginé. Sabía que él no era normal, pero saber ese detalle lo hace un sociópata de lo peor.

Con el padre de Arabela me sorprendió en parte. Él me ha odiado siempre y me mandaba a matar, nada nuevo para mí, pero ocultar que Ara estaba embarazada o maltratar de esa manera a mi suegra es algo imperdonable, entre otras cosas horribles que ha hecho.

Cuando ella comenzó a contarme todo lo que descubrió ayer, no podía creerlo. A veces no sé quién ha sido peor de los tres que mencioné; solo sé que cada uno de ellos pagará por todo lo que han hecho.

—¿En qué piensas? —la voz de Arabela me saca de mis pensamientos. Me doy cuenta de que está a mi lado y que me mira fijamente con una sonrisa.

Busco a los niños y no los veo, ¿se habrán ido a la habitación? Pero ¿en qué momento se fueron? Esos dos son unos terremotos, igual que yo cuando era pequeño, y ya los amo con locura, aunque los amé desde que supe de su existencia. Vuelvo mi vista a ella, que sigue sonriendo y esperando una respuesta.

Arabela «PGP2024»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora