🦋Capitulo 26.🦋

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Arabela

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Arabela

El tiempo parece detenerse mientras me quedo en el coche, perdida en mis pensamientos. Mi mente divaga entre los distintos aspectos de mi vida: mis hijos, los negocios, y también en el imbécil de Vladmir.

No comprendo porque no dejo de pensarlo, el destrozo mi corazón, me hirió. Siento una punzada de frustración y rabia hacia mí misma. ¿Cómo puedo permitir que alguien que me lastimó de esa manera siga ocupando un lugar en mi mente y en mis emociones? Pero al mismo tiempo, no puedo negar la atracción y el deseo que siento por él.

Las imágenes de momentos compartidos con él se entrelazan con los rostros sonrientes de mis hijos, provocando que mis ojos se inunden de lágrimas.

Las lágrimas brotan de mis ojos sin control, mezclando la rabia y la frustración. Lloro por la decepción que siento hacia Vladmir, por haber permitido que me lastimara. Lloro por la confusión de mis sentimientos, por desearlo y odiarlo al mismo tiempo. Lloro por la impotencia de no poder proteger por completo a mis hijos de los peligros que nos rodean.

No sé cuánto tiempo pasa, pero poco a poco la tormenta emocional va calmándose y mi respiración se vuelve más tranquila. Me seco las lágrimas con rabia, y cuando levanto la cabeza, me sorprendo al verlo llegar, no lo esperaba y una sonrisa se dibuja en mi rostro y decido asustarlo un poco.

Enciendo el coche y acelero hacia él, viendo su rostro de sorpresa. Justo cuando estoy cerca, freno bruscamente. Vladmir se acerca furioso, veo como saca su arma y comienza a golpear el cristal.

—Imbécil se ha vuelto loco ¿quién...? — él se calla al verme cuando bajo el cristal. —Arabela — susurra.

Lo miró fijamente, observando su hermoso rostro confundido. El condenado es tan guapo, pero también es un maldito que ha destrozado mi corazón.

—Te volviste loca, casi me matas y... —se detiene y me mira seriamente. —¿Qué rayos te pasó? ¿por qué tienes sangre en tu ropa y en tu rostro? y ¿estabas llorando? —su tono de voz refleja preocupación mientras me observa atentamente. Le respondo con una media sonrisa. —Arabela, ¿qué demonios pasa? —habla con rabia, pero puedo ver la preocupación en sus ojos.

—No pasa nada, simplemente acabo de asesinar al idiota del casino, el que casi me mata y que tenía intenciones de matar a Ferrano. Cosas normales en mi vida, ya sabes. —le respondo con indiferencia, tratando de restarle importancia. Él me mira sorprendido, me imagino por mi confesión.

—Baja inmediatamente de ese coche. —me ordena con voz firme y autoritaria, mientras sus ojos reflejan preocupación y un atisbo de ira contenida.

Y siento cómo mi cuerpo se estremece al oír su voz, especialmente mi vagina que se contrae, su voz me excita. No sé por qué le hago caso y termino cediendo. Él cubre la parte donde tengo sangre con su chaqueta, me limpia el rostro con un pañuelo, cuando termina, me guía y entramos al hotel. Ninguno de nosotros dice nada durante todo el trayecto y reconozco que disfruto tenerlo así, aunque a la vez lo odio.

Arabela «PGP2024»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora