🦋Epilogo🦋

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Arabela

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Arabela.

No puedo evitar que mi mente se transporte a todo lo que hemos vivido en este último año, justo hoy cumplimos nuestro primer año de casados y debo decir que ha sido maravilloso. Un año lleno de emociones intensas, mucho sexo, amor, pasatiempo con nuestros hijos que cada día saben más y, más amor; es perfecto.

Tampoco es que la hemos pasado del todo tranquilos, nuestra vida de mafiosos nunca termina y siempre hay algo. Si no es que un idiota intenta matarnos porque quiere ser grande y al final termina muerto porque no nos conocen, otros nos roban mercancía y creen que no lo vamos a encontrar, ¡qué ilusos son! Nosotros podemos encontrar a quien sea y siempre pagan las consecuencias.

—Señor, señora, llegamos. —nos comunica el chofer, sacándonos de la burbuja que hemos creado.

Con un último beso apasionado nos empezamos a vestir, hemos tenido una sección de sexo intensa en el carro, es que no nos cansamos. Limpiamos el desastre que hemos hecho. Agarramos nuestras armas y con todo listo salimos como si nada hubiera pasado. Deberíamos estar celebrando nuestro primer año de casados como lo sugirió mi madre, pero en vez de eso vinimos a cazar a un imbécil que nos ha robado mercancía.

—Arabela. Espero que te controles. —habla mi ruso, provocando que detenga mis pasos y volteo a verlo. Él me mira serio.

—Sabes, tus palabras me ofenden. ¿Cuándo te he defraudado? —pregunto con incredulidad.

—Te conozco, y sé que a la más mínima renuencia de ese idiota te sales de control, y esa no es la idea.

—¿Cuándo me he salido de control? No recuerdo algo así. —aseguro poniendo mi mano en el pecho haciéndome la más ofendida.

Él se me acerca hasta quedar pegado a mí y me sostiene de la cintura. Entrecierra sus ojos y veo que trata de aguantarse una sonrisa.

—No te hagas la tonta. Déjame refrescarte la memoria. Hace un mes queríamos obtener información de un imbécil que tenía de nuestra mercancía y no nos había pagado. ¿Qué hiciste tú cuando el otro hombre no nos daba la información? —pregunta con seriedad mientras me agarra el mentón.

—Lo maté. —susurro tratando de no reírme.

—Ves que tengo razón. Así que te pediré que te controles o te voy a castigar. —advierte mientras roza su labio con los míos.

—¿Qué castigo será ese? ¿Qué me harás? —cuestiono con una sonrisa coqueta.

—Será algo sencillo. ¿Recuerdas cuando te dejé sin que tuvieras un orgasmo? Pues te castigaré por un mes sin sexo si te descontrolas. —especta dándome una media sonrisa.

Voy a protestar, pero su boca se estrella con la mía y me roba un beso intenso incluyendo mordida en mi labio inferior. Él se aleja de mí y comienza a caminar, dejándome, jadeando con tremendo beso. No puedo evitar reírme, me está amenazando y yo no puedo dejar que cumpla con esa amenaza, tengo que controlarme, porque él tiene toda la razón, últimamente la paciencia es lo que menos tengo, pero mi actitud está bien justificada y él pronto lo sabrá.

Arabela «PGP2024»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora