Arabela.
Termino de prepararme, mientras mis preciosos hijos irrumpieron en la habitación como un vendaval de alegría, llenándome de besos y risas. Rápidamente salieron disparados hacia el jardín, ansiosos por disfrutar de sus juegos mientras esperaban a su profesora, quien impartiría las clases en la comodidad de nuestro hogar. Decidí que no dejaría que mis pequeños volvieran a la escuela hasta que el maldito miserable que estuvo a punto de arrebatármelos estuviera muerto y yo misma lo le quitare la vida.
—Hija, ¿podemos hablar, por favor?
Observo a mi madre a través del espejo y puedo ver el sufrimiento reflejado en su rostro. Además, las ojeras lo dicen todo; no ha dormido nada. Asiento y la invito a entrar. Tomo mi perfume favorito, aquel que le encanta a mi rusito digo a Vladmir. Tengo pensado hacerle una deliciosa visita.
—¿Qué has sabido de Fabrizio? —me pregunta con cierto nerviosismo.
—¿Qué quieres que te diga? No lo he llamado, y no tengo intención de hacerlo. Ya hablaré con él en la oficina, pero sé breve, tengo muchas cosas que hacer. —le respondo molesta.
Me siento mal al hablar de esta manera, pero me enfurece que hayan ocultado algo así, es casi imperdonable. Y abandonar a su propio hijo es aún peor.
—Nunca lo abandonamos, ¿cómo crees que abandonaría a mi propio hijo? —expresa mientras sus lágrimas comienzan a brotar.
—Y si no lo abandonaron, ¿qué pasó? ¿Por qué él nunca estuvo con nosotros? —mi voz sigue reflejando rabia.
Ella me hace una señal para que me siente junto a ella, pero niego y cruzo los brazos, mostrando mi molestia. Suspira y se seca las lágrimas.
—Cuando estabas a punto de cumplir tres años, nos enteramos de que estaba embarazada. Fue otro milagro, tan hermoso como tú. Los meses transcurrieron sin ningún riesgo, a diferencia de los embarazos anteriores. Los médicos nos aseguraban que todo iba bien y que nuestro bebé nacería fuerte y saludable. Tu padre y yo estábamos muy felices, estábamos esperando a otro bebé después de muchos intentos, tanto antes como después de tu llegada. Para cuando cumplí cinco meses de embarazo, tu padre nos protegía con todo su empeño, ya que en aquel entonces había muchos enemigos. Aún no era tan poderoso como lo es ahora, claro, su padre lo fue, pero siempre buscó lograrlo por mérito propio, algo que siempre admiré de él.
Hace una pausa antes de continuar y se limpia los ojos, mientras tanto, yo me he sentado en mi pequeño sofá. Mi mente trabaja a toda velocidad para procesar toda la información. Ella suspira nuevamente.
—No salía de la casa por nuestra seguridad. Bueno, el día en que todo comenzó, te había dejado dormida, abrazando tu peluche favorito. Estabas tan adorable ese día. Decidí salir al jardín, el clima estaba hermoso. Me recosté en una de las tumbonas junto a la piscina, acariciando mi gran barriga y hablándole dulcemente, pensando en qué nombre le pondría. Estaba disfrutando de la brisa fresca. En ese preciso momento, de alguna manera, uno de nuestros enemigos de aquel entonces apareció frente a mí, apuntándome con un arma. Quedé en estado de shock, sin saber qué hacer. Miré en todas direcciones buscando a alguien que pudiera ayudarme, pero no vi a nadie. No entendía cómo podía encontrarme en esa situación.
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Arabela «PGP2024»
RomansArabela es una joven italiana de la mafia más peligrosa de toda Italia. Solía tener una personalidad dulce y tierna, pero todo cambió cuando ese ser en quien confiaba y que pensó que la amaba, la traicionó al confesarle que todo era una vil mentira...