🦋Capitulo 14.🦋

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Arabela

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Arabela.

"Tus besos no se olvidan tan fácil. Besas de manera exquisita, provocando que me ponga dura y que por fin vuelva a probar después de tanto tiempo."

Lo que acaba de decirme me deja desconcertada y confundida.

Voy a hablarle, pero él vuelve a besarme y yo, como una estúpida, lo acepto. Lo beso con la misma intensidad de hace un momento y mi excitación aumenta, mi vagina palpita. Me olvido de todo, solo me dedico a disfrutar de su beso apasionado. No sé en qué momento saco mi seno del vestido, pero lo tengo acariciando mis pezones y luego devorándolo como un poseso, y yo gimiendo de placer.

Con un movimiento rápido, me sube al lavado, todo sin dejar de besarme. Estoy perdida en la lujuria y la verdad es que quiero sentirlo, pero mi mente dice que no lo deje. Sin embargo, esto está más fuerte que yo. Me besa el cuello, acaricia mi cuerpo y yo gimo desesperada.

Siento su mano pasar por toda mi pierna y me susurra "linda navaja", pero sigue en lo suyo tocándome hasta que me sube el vestido que, por suerte, no es pegado y ágilmente me saca la pequeña braga. Todo sin dejar de besarnos con desesperación. Yo lo toco por todos lados y cuando mi mano llega a su duro pene, se lo aprieto con fuerza y él gime en mi boca, y debo decir que me ha excitado más.

De repente, siento su mano en mi vagina húmeda y comienza a acariciarme el clítoris. Un gemido bastante fuerte se me escapa y él me calla con un beso apasionado. Mientras tanto, con una agilidad que desconozco, le desabrocho el pantalón y él se lo baja junto a su boxeador, mientras él sigue masturbándome. Mi vagina palpita por sentirlo.

Él me agarra de la cintura, me carga, ubica su pene en mi entrada y sin pensarlo mucho, me penetra con rabia. Empieza a embestirme con rapidez. Yo solo puedo gemir y gritar de tanto placer que estoy sintiendo. Estoy al borde de la locura. Sé que debo detener esto, pero ya no es posible. Además, no pienso quedarme con las ganas, eso nunca, aunque sé que me arrepentiré luego de esto.

"Te extrañé como un loco. Me encanta estar dentro de ti", me susurra, y eso me deja más desconcertada que antes. Pero no puedo pensar mucho por sus fuertes embestidas.

Él empieza a caminar conmigo sin dejar de penetrarme. Sus besos son más dominantes y se me hace difícil seguirle el ritmo, aparte de que sus embestidas son cada vez más feroces. Mierda, no recordaba que sus malditos besos me volvían loca y que cogía tan bien. ¿Y cómo me iba a acordar si solo lo hicimos una vez? Desecho esos pensamientos y me dedico a disfrutar de este momento tan delicioso.

Me pega a la pared con brusquedad y me sostiene de mi pequeña cintura mientras me penetra más duro. Joder, qué rico se siente tenerlo dentro. Él deja de besarme, y nos miramos; sus ojos reflejan puro placer. Continuamos caminando y entramos a uno de los cubículos. Se sienta en el retrete, y yo comienzo a cabalgarlo como una experta, sin dejar de verlo, mientras me acaricia los senos.

Arabela «PGP2024»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora