Vladmir
—Arabela, amore mío, mi principessa, despierta. —hablo con desesperación al verla desvanecer en mis brazos.
Inmediatamente la levanto y la llevo a la cama, que por suerte esta, mientras que grito de que traigan alcohol a lo que le doy toquecitos en su hermoso rostro, pero no despierta. La abrazo contra mi pecho, sintiendo una oleada de rabia. No entiendo nada de lo que está sucediendo. Resulta que ella tiene hijos y nunca me lo dijo. ¿Serán míos o de ese idiota? Ni siquiera quiero pensar en ello, porque solo el pensamiento me da dolor de cabeza. Tendré que esperar a que despierte para que aclare todas estas dudas.
Otra cosa que no entiendo es su acusación de que le rompí el corazón o que jugué con ella, incluso mencionó que tuve sexo con alguien frente a ella. No tiene sentido. Nunca hice esas cosas, ¿cómo podría haberlo hecho si la amaba, o, mejor dicho, la amo? Ahora empiezo a comprender sus motivos y esa sed de venganza que tiene contra mí. Ella cree que la lastimé, pero ¿cómo? ¿Cuándo pasó eso? ¿Cuándo la traicioné? Joder, no puedo entenderlo.
Pero siento tanta rabia al pensar que ella me ocultó esta parte de su vida durante todos estos años. ¿Es posible que sean mis hijos? Por cómo se ven en las fotos, deben tener al menos cinco años. Además, recordando nuestro pasado, en nuestra primera vez no usamos protección, derramé toda mi semilla dentro de ella y ella misma dijo que se encargaría de tomar las precauciones necesarias.
Aunque mis estúpidos celos apuntan hacia el idiota frente a mí, el mismo que besó a Arabela el día que fui a su casa y los descubrí juntos. Aunque no pude entrar para enfrentarlos y darle una paliza al imbécil, me lo impidieron. Sin embargo, después de reflexionar, él no puede ser el padre, ya que los niños se parecen a mí. Aunque solo Arabela puede confirmármelo.
Siempre traté de hablar con ella para entender la rabia que veía en sus ojos cuando me miraba, pero ella solía ignorarlo o algo se interponía, especialmente cuando empezábamos a hacer el amor, en ese momento se me olvidaba todo. Llegue a un punto en el que decidí que ya no le preguntaría, esperaría el momento adecuado.
Porque ella fue quien me engañó, y yo, como un tonto, seguía enamorado de ella. Y como no hacerlo, es hermosa y me vuelve loco. Sus besos me tienen cautivado, y cuando los pruebo, olvido todo. Todo en ella me tiene embobado.
Paso el algodón con alcohol por su nariz, y ella comienza a despertar. Se mueve en mis brazos y abre los ojos de repente, encontrándose con mi mirada. Me mira confundida por un momento, hasta que su rostro se transforma en una expresión de reconocimiento y se aleja de mí.
—¿Mis hijos dónde están?, tuve un sueño horrible, de que se lo habían llevado, pero obviamente eso no es posible, ellos, ellos, están bien, con, con mis padres, si, si ellos están con ellos. — dice desesperada.
La sostengo fuertemente de los brazos para que me mire, sus ojos se llenan de lágrimas nuevamente y se pega a mí y le abrazo con fuerza.
—Los vamos a encontrar, te doy mi palabra de que así será, mi principessa — digo sin dejar de acariciarla, mi mirada se dirige al idiota de Patrick que solo se ve serio, luego veo a Fabrizio y no puedo creer que sean hermanos, nunca lo vi en su casa.
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Arabela «PGP2024»
RomansArabela es una joven italiana de la mafia más peligrosa de toda Italia. Solía tener una personalidad dulce y tierna, pero todo cambió cuando ese ser en quien confiaba y que pensó que la amaba, la traicionó al confesarle que todo era una vil mentira...