Vladmir
Cinco años atrás.
—¿Crees que soy idiota? —habla mi suegro con rabia mientras mi principessa entra a la casa.
—Claro que no, nunca he pensado cosa semejante, querido suegro. —respondo con sarcasmo, dándole una media sonrisa burlona. —Pero tampoco yo soy un idiota. Solo le advierto que podrá enviar a todo el ejército a intentar matarme, pero no lo logrará. Amo a Arabela, y ella será mi esposa. Pero tenga presente que lo que hizo hoy no lo toleraré nuevamente. —le abierto seriamente.
—¿Me estás amenazando? ¿Cómo te atreves? —habla furioso.
—Tómelo como quiera, advertencia, amenaza, me da igual. Y ya le dije, Arabela es mía, y usted ni nadie me alejará de ella. ¿Entendió? —afirmo con determinación.
Él me fulmina con la mirada. Sé que no soy de su agrado, pero mandarme a matar, y con su hija presente, eso es inaudito. No lo mando a matar solo porque es el padre de mi principessa, y sé que ella no me lo perdonaría nunca.
—Vete, no quiero verte, lárgate. —me dice muy molesto.
Me subo a mi deportivo con una sonrisa de triunfo. Mi suegro puede decir lo que quiera, que no me quiere ver más o que intentará matarme, pero amo a Arabela y, obviamente, no me separaré de ella. Nada de lo que él haga cambiará mis sentimientos o mi opinión.
Amo a esa chica como un loco, y hoy fue el mejor día de mi vida. Haber esperado para entregarnos en un solo cuerpo fue lo mejor. La hice mía, y yo fui de ella. Estas ganas acumuladas desde que la conocí ya no podía aguantar más.
Sabía que ella era la indicada, la perfecta, para entregarme a ella. Es curioso, virgen a mis veinte años, cuando muchos hombres la pierden a los trece. Pero a esa edad no tenía la mente para eso. Fue a los dieciséis cuando la conocí, y fue amor a primera vista. Decidí que era ella y que las cosas se harían como ella quisiera.
Mi teléfono suena, sacándome de mis pensamientos. Es mi padre, y la sonrisa que tenía se borra de inmediato. ¿Qué querrá ahora? Espero que no venga con la misma estupidez.
—Sí, padre, ¿qué quieres? —contesto molesto.
—Espero que ya estés de camino y no te hayas juntado con esa chiquilla. —dice con enojo.
—No entiendo cuál es tu problema. Ella es la mujer que amo, y no podrás impedir que estemos juntos.
—¡Es hija de nuestro enemigo! —habla alarmado.
—Son enemigos, pero no lo parecen. —respondo rodando los ojos, cansado de la misma discusión.
—Solo son apariencias, hijo, y lo sabes. Decidimos llevar la fiesta en paz, pero nuestra paciencia es poca.
—Sí, claro, ¿eso era todo? —cuestiono ya con muy mal humor.
—Claro que no. No sé cuántas veces te tengo que decir que no quiero verte con esa chica y quiero que te alejes de ella. O no querrás conocerme de verdad.
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Arabela «PGP2024»
RomanceArabela es una joven italiana de la mafia más peligrosa de toda Italia. Solía tener una personalidad dulce y tierna, pero todo cambió cuando ese ser en quien confiaba y que pensó que la amaba, la traicionó al confesarle que todo era una vil mentira...