Arabela es una joven italiana de la mafia más peligrosa de toda Italia. Solía tener una personalidad dulce y tierna, pero todo cambió cuando ese ser en quien confiaba y que pensó que la amaba, la traicionó al confesarle que todo era una vil mentira...
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Arabela
—Mi señora, tenemos un grave problema. —me habla Fabrizio con un gesto de seriedad.
Lo observo con molestia conteniendo mi impaciencia, pero le hago un gesto para que prosiga. Me desespera cuando guarda silencio.
—Ferrano nos culpa de ese ataque que sufrió hace unos días en el casino. Al parecer, alguien fue testigo de cuando llevamos a ese despreciable sujeto, y mis informantes aseguran que Ferrano está furioso y busca venganza, ¡a cualquier precio!
—¡Maldita sea, Fabrizio! ¡Esa mierda no nos conviene en absoluto! ¿Y si voy y hablo directamente con él? — expreso pensativa, mientras mi mente considera esa opción fugazmente. Por supuesto que no haré esa estupidez, no soy tan idiota. Sin embargo, la verdad es que estoy cansada de toda esta mierda que me sucede.
—¡Claro que no! No puedes exponerte de esa forma. ¡Él podría atentar contra tu vida, y no puedo permitir que algo así suceda! ¡No estoy de acuerdo en absoluto! —Fabrizio me grita en un tono molesto, que la verdad me sorprende su actitud; nunca me había gritado.
—¡¿Me estás ordenando algo a mí?! —le grito, mirándolo con una expresión de molestia que refleja mi descontento.
Me quedo perpleja al notar la falta de reacción en Fabrizio. Su mirada fija y su aparente impasibilidad contrastan drásticamente con su usual nerviosismo en situaciones como esta.
—No es una orden, pero no lo veo conveniente. No quiero que te pase nada. Te considero como una hermana, aunque tal vez solo me ves como tu empleado, tu sirviente, tu títere. —habla con evidente molestia, pero noto el dolor en su mirada.
Voy a responderle, pero justo él sale furiosamente de mi oficina, haciendo retumbar la puerta al cerrarla de un golpe. Mi mente se llena de preguntas: ¿Qué diablos acaba de pasar aquí? ¿Por qué demonios se va así, sin darme la oportunidad de decir una puta palabra? ¿Acaso perdió la cordura por completo? Pero lo más impactante es que, a pesar de cómo lo trato, él me considera como parte de su familia. Es increíble. Y aunque no lo admita abiertamente, debo confesar que también siento un cariño especial hacia él. Algo que se asemeja al amor fraternal.
Siempre anhelé tener un hermano o una hermana. Según lo que me contaron, mi madre había pasado por numerosos abortos antes de mi llegada al mundo, lo que hizo de mi nacimiento un auténtico milagro. Los médicos advirtieron que otro intento de concebir sería perjudicial para la salud de mi madre, incluso podrían perder la vida ambos, así que esa opción quedó descartada por completo. Por lo tanto, solo existo yo.
Aunque no puedo permitirme mostrar ningún sentimiento, ya que eso podría ser utilizado en mi contra. En este mundo, la debilidad y tener emociones es algo que puede ser aprovechado por aquellos que buscan hacer daño. Es mejor mantener una fachada, fingir que no tengo sentimientos.
Pero debo admitir que me preocupa la situación con Ferrano. Ya de por sí nos tiene cierto resentimiento, y con este incidente que él cree que le hemos causado, su odio hacia nosotros se ha intensificado. Es necesario ser extremadamente cuidadosos cuando se trata de él. Debo encontrar una manera de resolver este asunto.
