🦋Capitulo 56.🦋

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Vladmir

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Vladmir

Antes de enfrentarnos al individuo que poseía la información crucial, me sumergí en una ducha rápida, despojándome de cualquier rastro de alcohol. Necesitaba estar completamente sobrio para evitar cometer errores, y la urgencia era palpable después de dos días sin asearme, dedicados por completo a la investigación y búsqueda de ella.

A punto de abandonar la casa, la voz de Aurora irrumpió en la escena, deteniéndonos en seco. Nos volvimos hacia ella, y sus ojos estaban enrojecidos.

—¿A dónde van? ¿La encontraron ya? Por favor, díganme que sí. —su voz temblaba y lágrimas caían de sus ojos.

—Madre, no llores, por favor. Aún no la encontramos, pero estamos siguiendo una pista. Tranquila, la hallaremos y los traeremos de vuelta sanos y salvos. Pero necesitas calmarte, te hará daño. —Fabrizio la abrazó y ella se derrumbó en llanto.

Aurora asintió, se separó de él y se acercó a mí con pasos lentos. Tomó mi mano y me miró fijamente a los ojos.

—Encuéntralos, por favor. Siento que no podré soportarlo más. Sé que lograrás encontrarla. Serás su salvador. Te lo suplico. —sus lágrimas fluían mientras hablaba.

—Estoy haciendo todo lo posible por encontrarla, y no descansaré hasta tenerlos de nuevo entre mis brazos y que estén con nosotros. —Hablo con determinación, sin apartar mi mirada de la suya, unos ojos idénticos a los de mi principessa.

Con una mirada llena de seguridad, nos despedimos. Fabrizio y yo nos dirigimos con nuestros hombres hacia la persona que podría tener información crucial. Rezaba para que hubiera algo; me encontraba en un punto delicado, dispuesto a matar a quien fuera si no tenía lo que deseo. Fabrizio me informó que este individuo fue el que se contactó para proporcionar la información, al enterarse de quién estábamos buscando. Era extraño, nadie delata a nadie por gusto, pero descubriría la verdad cuando lo tuviera frente a mí.

Al llegar, nos topamos con Doménico Ferrano y sus hombres, ahora padre de Fabrizio, quien también nos respaldaba en la búsqueda a pesar de los conflictos anteriores. Aunque no me agradaba su presencia, cualquier ayuda era bienvenida.

—Les advierto que la información de este tipo puede no ser muy confiable, pero creo que es preferible aceptar cualquier pista. —Doménico nos comunicó con seriedad.

No le respondo, solo avanzábamos hacia la propiedad del sujeto, nuestras armas listas para cualquier eventualidad, preparados para la violencia. Al entrar, nos topamos con algunos de sus secuaces. Según me habían dicho, no era alguien con mucho poder ni muchos seguidores, simplemente ambicionaba crecer en este oscuro mundo.

—Vaya, Ferrano, llegaste con toda la actitud. —el sujeto que esperábamos hizo su entrada con una sonrisa. —Qué placer verte. —añadió, sin perder la sonrisa.

—No diría lo mismo, Bellucci. Vamos al grano, no tenemos paciencia ni tiempo que perder. Habla, di lo que tengas que decir. —Doménico expresó con enojo.

Arabela «PGP2024»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora