Capítulo 94: La furia volcánica

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Pele, la diosa del fuego y los volcanes, una vez fue una joven apasionada y talentosa

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Pele, la diosa del fuego y los volcanes, una vez fue una joven apasionada y talentosa. Sin embargo, su historia está marcada por la tragedia. Se dice que Pele era hija de los dioses creadores y que desde una edad temprana demostró un gran poder sobre el fuego y la lava. Pero su envidia y rivalidad con su hermana Namakaokahai, la diosa del mar, llevaron a una serie de conflictos catastróficos.

Pele se enamoró profundamente de un hombre mortal, pero su amor fue prohibido por su hermana. Namakaokahai, llena de celos, desató su furia y provocó una serie de inundaciones para destruir el amor de Pele. Desesperada y desolada, Pele luchó con todas sus fuerzas para proteger a su amado, pero cada vez que intentaba encontrar la felicidad, Namakaokahai intervenía con más fuerza.

La batalla entre las dos hermanas provocó terremotos, erupciones volcánicas y la destrucción de vastas áreas de la isla. En un momento de desesperación, Pele se vio obligada a sacrificar su amor mortal para salvar a su gente y buscar refugio en el corazón ardiente de un volcán.

Desde entonces, Pele continúa su eterna lucha contra su hermana y su dolor se refleja en la furia de los volcanes, mientras que su amor perdido se funde en las llamas eternas que alimentan su poder. Así, la tragedia y el conflicto marcan el pasado de Pele, una diosa cuyo fuego arde con una pasión inextinguible, pero también con el peso de un amor perdido y un gran odio hacia su hermana, Namakaokahai.

Pele y su hermana Namakaokahai estaban envueltas en una rivalidad tan intensa que desencadenó una guerra divina. Cansada de los constantes enfrentamientos, Pele, consumida por la obsesión y el deseo de venganza, ideó un plan astuto para acabar con su hermana de una vez por todas.

Aprovechando su dominio sobre el fuego y los volcanes, Pele desató una erupción masiva que engulló las tierras de su hermana. Con un poder devastador, la furia de Pele arrasó con la costa y envió olas de lava ardiente hacia el reino de Namakaokahai, destruyendo todo a su paso y aniquilando a su rival.

Sin embargo, la victoria de Pele no le brindó la paz deseada. Consumida por su sed de destrucción, Pele se sumergió aún más en su obsesión con el fuego y la lava. Abandonó las preocupaciones por las consecuencias de sus actos y se entregó por completo a la aniquilación y el caos.

Su sed de destrucción la llevó a cruzar océanos y continentes, desatando erupciones y devastación a su paso. Y así, fue en la lejana tierra de Pompeya donde Pele encontró su cúspide de destrucción. Con una explosión colosal, arrasó la ciudad, sepultándola bajo toneladas de lava y cenizas ardientes.

Pele se convirtió en una figura temida y reverenciada, su nombre susurrado en temor y asombro por aquellos que presenciaron su furia. Pero en su corazón, solo quedaba un vacío oscuro, una obsesión insaciable que consumía todo a su paso, marcando su pasado con un legado de destrucción y desolación.

Presente:

Pele contemplaba el horizonte, donde las llamas danzaban en el crepúsculo. A su lado, Kane, el dios de la creación y la fertilidad, observaba con gesto sombrío el destrozo causado por otra de las erupciones desencadenadas por Pele. Y un dios en concreto suspiró.

???: ¿Cuándo vas a detenerte, hermana? Esta destrucción no lleva a ninguna parte.

???: ¿Cuándo vas a detenerte, hermana? Esta destrucción no lleva a ninguna parte

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Kane: Dios supremo de Hawai

Pele se volvió hacia Kane con una mirada ardiente en sus ojos.

Pele: ¿Detenerme? ¡Jamás! Soy el fuego, la encarnación del caos. La destrucción es mi destino y mi propósito.

Kane frunció el ceño.

Kane: No tiene por qué ser así, Pele. Puedes encontrar paz, puedes encontrar una forma de redimirte.

Pele soltó una carcajada que resonó entre las rocas.

Pele: Paz... redención... ¡Tonterías! ¿Acaso no ves que el amor real que tiene el fuego por mi? Es en un ciclo interminable de destrucción y reconstrucción. Es mi destino ser la arquitecta del caos.

Kane se acercó a su hermana, con una expresión de tristeza en su rostro.

Kane: No tiene por qué ser así. Puedo ayudarte a encontrar un camino diferente, uno que no esté marcado por la destrucción.

Pele lo miró con incredulidad.

Pele: ¿Ayudarme? ¿Tú? ¡No seas ridículo! Nuestro destino está entrelazado en la tela del caos. Y yo lo acepto con mucho gusto.

Kane tomó la mano de Pele con determinación.

Kane: Juntos podemos encontrar una salida. Juntos podemos encontrar un nuevo propósito, uno que no esté manchado por la destrucción.

Pele miró a Kane con incredulidad, pero en lo profundo de su corazón, algo se removió. Tal vez, solo tal vez, había una pequeña chispa de esperanza en medio del caos. Pero sin embargo rechazo esa ayuda, solo necesitaba al fuego para vivir y ser feliz y le mostrara eso a Tomoe Gozen. Pero eso lo sabremos muy pronto.

CONTINUARÁ

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Hola aquí el autor, ya solo nos queda Tomoe Gozen para completar los pasados. Así que sin más que decir nos vemos en el próximo capítulo.

Shuumatsu no Valkyrie Parte 1: Ragnarok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora