Capítulo 68: Interludio a la decimoquinta ronda

22 2 0
                                    

Ya quedaba poco para la decimoquinta ronda y el supremo se encontraba muy preocupado, las noticias de la liberación de Cipactli corrieron muy rápidamente y tampoco se sabía nada de Ixchel, esa situación no era nada buena. Un monstruo liberado del Tártaro sin saber su ubicación y una diosa desaparecida, esto podría peligrar mucho la situación ya inestable en los cielos pero de momento se sabía que Cipactli seguía en el Helheim y eso era bueno, los guardias del Tártaro más poderosos lo buscan y ahora lo importante era saber algo de Ixchel pero de momento el torneo seguirá. Mientras tanto en las habitaciones privadas de la humanidad, Brunhilde y Miguel estaban yendo a por la siguiente representante de la humanidad pero no se encontraba en su habitación.

Miguel: Genial, lo que nos faltaba.

Brunhilde: No te preocupes, se donde puede estar, ellos tienen un rito para prepararse antes de la batalla. ¿Como esta el clima?

Miguel: ¿Tan supersticiosos son?

Brunhilde: Los llaman los fanáticos religiosos más extremistas de la historia, si lo son.

En los tejados del Valhalla se encontraba una mujer ensangrentada rezando a sus dioses en una noche de tormenta eléctrica.

???: Oh gran dios del trueno Thor, hoy tus truenos rugiran junto a mi en esta batalla, si este es el desafío para entrar al verdadero Valhalla, encantada. Acabaré con el dios que me toque sin piedad. ¡Por el padre supremo de todo, por la gloria y el placer eternos, por Valhalla!

 ¡Por el padre supremo de todo, por la gloria y el placer eternos, por Valhalla!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Freydís Eiríksdóttir: Exploradora víkinga.

La vikinga bajó del techo y se paró frente a Brunhilde.

Freydis: Lista para la batalla, doncella escudera.

Brunhilde: ¿De quién es la sangre?

Freydis: Enemigos daneses, sirvieron bien para el calentamiento.

Dijo la vikinga sonriendo sádicamente, Miguel miraba horrorizado como los cuerpos destripados se iban desvaneciendo, la brutalidad de los vikingos era muy evidente y el mero hecho de que Freydis lo hizo con las manos desnudas era aterrador. Ahora sabía por qué los vikingos eran los primeros habitantes del Valhalla.

Laxo de tiempo.

Ya nos encontramos en la arena del Valhalla y como de costumbre Heimdall empezó su discurso.

Heimdall: ¡Bienvenidos, ya solo nos quedan cinco rondas! Cinco rondas para que la humanidad pueda sobrevivir. En primer lugar presentaré al representante de los dioses.

Las puertas del lado de los dioses se abrieron y allí salieron múltiples duendes a punto de cantar.

Duendes: La La Laaaa

Duendes: Hace mucho tiempo, en Asgard se encontraba el dios más bromista de todos.

Duendes: El más malévolo de los aesir.

Shuumatsu no Valkyrie Parte 1: Ragnarok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora