Cada 1000 años los dioses de todo el mundo votan por la extinción de la humanidad y cuando todo estaba perdido, los arcángeles y las valquirias unirán fuerzas para desafiar a sus creadores en el torneo Ragnarok, un combate uno contra uno entre los 2...
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Adán solía vivir plácidamente en el idílico Jardín del Edén, junto con otras creaciones de los dioses. hasta que un día su esposa Eva fue acusada de comer de la fruta prohibida del Árbol del conocimiento del bien y el mal.
Dos pájaros le informaron a Adán que Hebigami había incriminado a Eva debido a que ella lo había rechazado, sabiendo que los dioses eran injustos con los mortales, Adán decidió ir a la corte donde se estaba realizando el juicio a su esposa, una vez llega a la corte y derrota a los guardias que vigilaban la entrada interrumpe el juicio ingresando mientras sostenía dos canastas llenas de los frutos del Árbol del Conocimiento, mientras caminaba Adán iba mordiendo de cada uno de los frutos que había en la canasta para luego escupirlos en el suelo, ofendiendo a los dioses para que así lo expulsaran a él también del Jardín del Edén. Enfurecido por las acciones de Adán, Hebigami comienza a transformarse con la intención de matarlo a él y a Eva, Hebigami intentaría atacar pero este seria fácilmente derrotado por Adam el cual le cortaría sus extremidades. Después de eso Adán toma de la mano a Eva y juntos abandonan el Jardín del Edén, comenzando una nueva vida en la Tierra donde tuvieron dos hijos, Caín y Abel. Más tarde se convirtieron en los progenitores de toda la humanidad.
Después de ser expulsados del Jardín del Edén, Adán y Eva se encontraron enfrentando un mundo desconocido y hostil, bajo la mirada desaprobadora de los dioses. Aunque su amor se fortaleció con cada adversidad, su presencia en la Tierra era una constante afrenta para los seres divinos que los habían desterrado.
Con el paso del tiempo, aprendieron a sobrevivir, enfrentando desafíos y superando obstáculos juntos. Su amor se fortaleció con cada adversidad, convirtiéndose en un ejemplo de perseverancia para las generaciones venideras.
Con el tiempo, Caín y Abel crecieron y tomaron caminos divergentes. Caín, impulsado por la envidia y el resentimiento, cometió el primer acto de violencia fraternal al matar a su hermano Abel. Este acto atroz marcó el comienzo de la humanidad en un mundo marcado por el pecado y la tragedia.
Adam y Eva, afligidos por la pérdida de Abel y la caída de su primer hijo en el pecado, encontraron consuelo en el amor que compartían. A medida que envejecían, se convirtieron en figuras veneradas por su sabiduría y compasión, transmitiendo sus enseñanzas a las generaciones futuras.
A pesar de los desafíos y las pruebas que enfrentaron, Adán y Eva nunca perdieron la esperanza en la redención y la reconciliación con sus hijos. Su legado perduró a lo largo de los siglos, recordando a la humanidad la importancia de la compasión y el amor incondicional.
Presente:
En la habitación privada de Adán, el primer hombre estaba acostado encima de un oso, a su lado estaba la séptima hermana Valquiria.
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