A Juanjo le puede la emoción. Es el segundo pase de micros y ha sentido mil cosas al mismo tiempo. Trabajar "El patio" con Abril y Mamen le ha abierto un mundo de posibilidades interpretativas, ha entendido finalmente lo que es contar una canción.
Y por ello, esta semana ha reflexionado mucho sobre su vida, para conectarse a la canción.
Hace dos noches, entre lágrimas, le contó a Martin que se ha dado cuenta de lo difícil que fue su infancia. Martin escuchó conmovido sobre un Juanjo pequeñito que sufrió críticas y vacíos, llevándolo a reprimirse a sí mismo y a vivir con miedo al error. Y, sabiendo todo lo que esta canción significa para Juanjo, Martin no para de llorar en toda su actuación.
En general, ha sido una semana triste, sobre todo para Juanjo, que está desolado. El domingo, en concreto, es un día increíblemente amargo. Juanjo se ve ayudando a Martin a hacer su maleta, intentando no pensar demasiado en lo que eso podría suponer.
El ensayo en plató es muy nostálgico, todos tienen una sensación de final, de que está quedando atrás algo que nunca podrán recuperar. Tanto Martin como Juanjo están intentando procesar el que esto se esté terminando. Martin ha aceptado que mañana podría ser su ultimo día. Juanjo no lo ha aceptado, y si bien le da miedo que se termine el programa, más miedo le da pasar la última semana sin su Martin.
Esa noche, Juanjo está en la cama esperando a Martin, que está en el baño. Tiene el corazón acelerado, porque se ha dado cuenta de que esta podría ser su última noche juntos en Operación Triunfo, y eso le da mucho miedo. Martin llega y se acuesta en la cama, suspirando con satisfacción cuando Juanjo se acurruca contra él.
—¿Cómo estás, mi amor? —murmura Martin.
—Uf...
—Ya.
—No quiero que te vayas. —dice Juanjo.
—Ya lo sé. Yo tampoco quiero irme.
—Esta podría ser nuestra última noche juntos. —dice Juanjo, rompiéndosele la voz en un sollozo a mitad de frase.Martin agarra las mejillas de Juanjo y le obliga a mirarlo. El aragonés tiene los ojos húmedos, pero mira hacia arriba para controlar las lágrimas.
—Oye... que aún no me he ido. No te pongas triste. Estoy aquí, Do. —susurra Martin.—Tengo mucho miedo. —dice Juanjo, casi incapaz de hablar por el nudo que siente en la garganta.
Martin lo aprieta contra su pecho, abrazándolo con fuerza y besando su pelo. Durante un rato se quedan así, aferrados el uno al otro y en silencio.—Oye, si es mi última noche no quiero que la pasemos llorando.
Juanjo respira hondo y se calma. Tras unos minutos, Martin aprovecha para susurrar:
—Me estoy acordando de cuando vimos "La Mesías" en el hotel.Juanjo sonríe ante el recuerdo.
—Estuve media hora peleándome con la mierda de wifi aquella, para que pudieras ver el final de tu serie. —suelta Juanjo.
—Es verdad. —ríe Martin. —Mi ingeniero... Ahí ya estaba obsesionado contigo.
—Yo estaba muy confuso. No entendía lo que estaba sintiendo.—Ya.
—Y tú eras tan lanzado que tenía miedo a darte bola, porque yo no sabía afrontar que me gustaras...
—Y míranos ahora. —susurra Martin.
—Sí.
—Te quiero, Juanjo.
—Yo sí que te quiero. Te quiero más que a nadie. —dice el aragonés.—Pues no tenemos que tener miedo. Si me voy nos veremos en siete días. Fuera será raro, pero lo afrontaremos juntos. Me mudaré a Madrid contigo y seremos súper felices.
—Ay, mi amor. Qué ganas. ¿De verdad te mudarás? —pregunta Juanjo, ilusionado.
—Sí, encontraremos una forma de organizarlo. Necesito estar contigo.—Joder, Martin. Te quiero tanto.
—Y yo a ti. No te olvides, ¿vale? Te quiero para siempre, estoy contigo. Son solo siete días.
—Vale. Sí. Y estaremos juntos. A ver, que no te vas a ir. —dice Juanjo.
—Podría.
—No. Tú aquí conmigo, Do. —dice el aragonés , con voz de bebé.
—Te amo.
—Yo más.Juanjo se acomoda bien, la cabeza sobre el pecho de Martin. El vasco deja un brazo a su costado.
—Oye. Abrázame. Que podría ser nuestra última noche durmiendo juntos en OT. —suelta Juanjo, recriminatorio.
Martin sonríe y rodea a Juanjo con sus brazos, acariciando su espalda y olisqueando su pelo, totalmente enamorado.***
Al día siguiente, día de gala, Martin pasa un rato solo en la academia, porque es el primero en salir de vestuario y peluquería. Le han puesto un top rojo brillante que le sienta genial.
Aprovechando el rato solo, decide escribir algo para Juanjo, para dejárselo si se va. A la segunda frase que escribe ya está llorando. No le escribe nada que no sepa ya, y sabe que parece muy dramático pero le da igual. Martin no tiene miedo a decir lo que siente, y lo hace de sobresaliente en la carta, hablando del viaje que han hecho juntos en esa academia, de lo que significa Juanjo para él, de lo agradecido que está por haber vivido esto y de lo que le emociona su futuro juntos. Destrozado, se dirige al armario de Juanjo, y le deja la carta allí.
Cuando Juanjo vuelve a la academia, se pasa el resto de la tarde abrazando y besando a Martin, saltándosele las lágrimas cada cinco minutos por el miedo y la tristeza que siente en el pecho.
Y se hace la hora de ir a plató. Juanjo no suelta a Martin en todo el trayecto en bus, rezando por no volver a la academia sin él a su lado. Martin se pasa el trayecto susurrándole cosas bonitas, sabiendo que puede ser su último momento de intimidad.
***
El vasco se queda contento tras su actuación: con su "Murder on the dance floor" ha podido demostrar lo que vale y ha disfrutado en el escenario, combinando sus pasiones por el canto, el baile y la interpretación. Y encima, ha conocido a Juanjo. Si se tiene que ir, lo haría más que conforme.
Juanjo lo aplaude como nadie, orgulloso a más no poder. Sabe perfectamente que nadie en esa academia podría hacer una actuación como la que acaba de hacer Martin, y espera por el bien de todos que se lo valore como merece, porque de lo contrario no sabe si podría contener su ira.
De un momento a otro, Martin se encuentra de pie, junto a Bea, Lucas y Ruslana, y Cris Regatero empieza a dar su veredicto. Es muy concreto lo que dice, obviamente está hablando de él, pero no termina de estar convencido hasta que no dice "y por eso creemos que debe pasar a la final Martin".
Siente una oleada de euforia, se le saltan las lágrimas y no puede parar de sonreír. Abraza como en un trance a los otros tres semifinalistas, pero sus ojos están fijos en Juanjo al fondo, que da saltos de alegría y grita como un loco. Corre a abrazarlo y Juanjo va a su encuentro, levantándolo del suelo y apretándolo entre sus brazos con fuerza.
Juanjo lo tuvo claro desde que Cris Regatero dijo "versatilidad lingüística". Desde ahí, a cada característica que añadía la chica, Juanjo susurraba: "Es Martin". "Es Martin". "Es Martin". "ES MARTIN".
Martin corre hacia él. Siente que se le sale el corazón del pecho, no recuerda haberse sentido tan emocionado y tan feliz en mucho tiempo. Quiere tirar a Martin al suelo y llenarle la cara de besos y estrujarle, pero sabe que hay público.
—Te lo dije. —susurra Naiara después, abrazando a los dos chicos.
Los profesores hacen finalista a Lucas, y luego Juanjo tiene ir a prepararse para cantar "El patio". Le cuesta instalarse en la canción por todo lo que está sintiendo.
Sube al escenario y hace contacto visual con Martin, a quien el uruguayo tiene cogido de la mano. Martin le transmite serenidad y calma con su mirada, y Juanjo cierra los ojos y respira hondo, esperando a que Chenoa lo presente.
Al vasco, sabiendo lo que significa la canción para su novio le cuesta ver su actuación. Juanjo consigue transmitir una historia llena de dolor y sentimiento, y Martin no puede apartar la mirada y tampoco parar de llorar.
Lucas lo abraza con cariño, y el vasco siente una tremenda oleada de admiración y orgullo hacia Juanjo, está seguro de que su novio conseguirá lo que se proponga y tiene unas ganas inmensas de acompañarlo en el camino.
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Detrás de cámaras - Juanjo y Martin
Romance¿Qué nos perdimos entre Martin y Juanjo cuando no había cámaras? Basándome en cosas reales, imagino momentos y conversaciones que pudieron ocurrir. La historia está en orden cronológico, desde las semanas en las que Juanjo aún tenía miedo, vemos su...