Detrás de cámaras - Juanjo y Martin

84. Última parada: Valencia

Parece que caminan sobre cristales, que si alguien habla demasiado alto algo se romperá. La tristeza está en el aire, contagiando a todo el mundo. Hay dieciséis corazones acelerados, por una mezcla de miedo e ilusión.

Las lágrimas protagonizan las pruebas de sonido en el escenario del Estadio Ciutat de València, y los abrazos se multiplican.

Se podría decir que a todos se les ha escapado alguna lagrimilla, a todos menos a Juanjo. Con su autocontrol habitual, se pasa la mañana consolando a sus compañeros y evitando pensar en lo que está ocurriendo.

Martin, por su parte, no puede parar de pensar: la última prueba de sonido, la última sesión de maquillaje y peluquería, el último chequeo de la barra de "Alors on danse", la última vez que prueba los In-Ears... La emoción lo traspasa.

No quieren que el concierto arranque porque saben que desde que canten "Libertad", el tiempo volará y se verán en un abrir y cerrar de ojos en la última canción. Pero dan las 22:00 y ahí están, cantando la primera grupal de la edición por última vez.

Rompiendo todos los esquemas de mi piel
Una explosión, de euforia y libertad

La canción termina y los chicos alzan los micrófonos mirando al público. Absorben los gritos y los aplausos, y la emoción se palpa en el escenario. Juanjo se muerde el labio inferior, que amenaza con empezar a temblar, y se obliga a respirar hondo.

En "Tiroteo", Alex se echa a llorar contagiando a Martin, y en "Inmortal" tanto el vasco como Ruslana terminan al borde de las lágrimas. "Recuérdalo todo", se dice Martin a sí mismo, "es muy importante".

Y llega "God only knows". Como siempre, Juanjo le manda un beso volado cuando están a punto de salir al escenario. Solo que este es el último, el último beso volado. Martin se obliga a controlarse: tiene que hacerlo por Juanjo, tiene que ser fuerte por él.

Cantan su canción como lo han hecho siempre, mirándose con amor y regalándose caricias todo el tiempo. Martin se asegura de memorizar la expresión de Juanjo, de dedicarle cada palabra que canta y de apreciar la estabilidad que siente cuando están agarrados de la mano.

Only knows what I'd be
Oh, without you

Terminan y ambos se muerden el labio inferior, mirándose con caritas tristes. Juanjo respira hondo: "ya está", dice con melancolía, para que solo lo oiga Martin. Casi por inercia se inclina y lo besa. Le jode pensar que es el último, pero al fin y al cabo lo es, y se lo debe tanto a Martin como a él mismo.

Cuando se besaron el día del Orgullo fue un beso liberador, de celebración y rápido por los nervios del momento. Esta vez es un beso delicado, salido del corazón, un beso que se dedican plenamente a ellos mismos por lo que significa la canción y por el cierre de una etapa que tanto les ha marcado.

Se separan y Juanjo le susurra un "te quiero" a Martin antes de abrazarlo. Este se emociona, no puede evitarlo. Con la carita roja y los ojos hinchados, mira al público y mira a Juanjo, y se queda paralizado.

Por primera vez, el chico de las palabras de reafirmación, el del lenguaje del amor, el que siempre sabe qué decir, se ha quedado completamente sin palabras.

Juanjo, que solo se permite ser vulnerable con su chico, alza la voz por ambos, agradeciendo el apoyo que les han dado. Habla desde el corazón, pero su concentración está puesta en no derrumbarse.

—Decir que nos quedan muchos más "God only knows", que ojalá a tu lado, que te quiero un montón y que esta canción nos ha marcado la vida para siempre.

Le da un besito en el cuello a Martin mientras una voz en su cabeza repite una y otra vez "se termina, se termina, se termina...".

Salen del escenario y se miran, sintiendo una pena infinita e inevitable. Martin respira hondo y trata de recomponerse, y se abrazan con mucha fuerza ante las miradas tristes de sus compañeros.