26. Juanjo Vidamodernista

3.9K 122 7
                                    

Subido en el cuarto AVE de esta semana, Martin se siente muy raro. Es todo muy surrealista, nunca había viajado tanto y menos sin sus padres. Juanjo ha pasado el fin de semana en Getxo, ha conocido a su familia y amigos y todos lo adoran.

A Martin no le sorprende: se ha dado cuenta de que cuanto más conoces a Juanjo más lo quieres. Se fija en Juanjo dormido, apoyado en su hombro, y se siente pleno. Al cabo de un rato, el maño se despierta y levanta la cabeza del hombro de Martin.

—Buenos días, Dovio. —dice Martin, sonriéndole.
Juanjo lo mira desubicado y adormilado.
—¿Por donde vamos? ¿Falta mucho?
—No. En 10 minutos estamos en Madrid.

—Ah, genial. —dice, sonriendo, y abalanzándose contra Martin para darle un beso en la mejilla.
—Que ganas de llegar al hotel para descansar. —dice Martin.
—Sí, en una buena cama de matrimonio, no en tu cama enana.
—Oye, quejica, si hubieras querido podrías haber dormido en el colchón hinchable.
—Ya, pero no quería dormir separado de mi chico.

—Do... —murmura el vasco, haciéndole pucheros.
—Qué cosica más bonita eres. —dice el otro.

***

Unos minutos después, el tren se para. Han llegado. Cuando salen de la estación de tren, Juanjo busca inmediatamente los taxis.
—Buenas noches, vamos al UMusic Hotel. —le dice al taxista.

Una vez en el hotel, hacen el check-in y se van a su habitación, que es increíblemente grande.
—Wow. —suspira Martin al entrar.
—Pedazo de cama, es enorme. —dice Juanjo.

Los dos chicos colocan sus maletas, se lavan la cara y los dientes y luego se desvisten. Se meten en la cama, ambos en calzoncillos. Están muertos de sueño.

—Mañana nos vamos de Premier juntos. —dice Martin.
—Jo, que ilusión.
—Y pasado vas a cantar en un concierto.
—Sí. Y todo contigo, junticos. Los sueños se cumplen, eh.
—Jo. Ya te digo que se cumplen. Si le dijera al Martin de los castings que iba a estar durmiendo en un hotel en Madrid con Juanjo, SU NOVIO, para ir a la premiere de una serie... Es que no me lo creo ni ahora mismo, que lo estoy viviendo.

—Pues créetelo. —dice Juanjo, pegándose a Martin como una lapa. Este abraza a su novio, trayéndolo más aún hacia sí.
—Te quiero. —susurra Martin.
—Yo más.

Apagan la luz y cierran los ojos, acurrucados.
—Has fumado hoy, ¿no? —pregunta de repente Martin.
—Eh... fue un cigarrillo. Solo uno, te lo juro.
—Pero si no me importa, Juanjo. Era por saber.

Se quedan un rato en silencio.
—Lo voy a dejar. —sentencia Juanjo de repente.
—Oye, que no quiero que dejes de hacer cosas por mí.
—Pues te jodes, porque lo voy a hacer.
—No.

—Sí. Porque te quiero. Y antes de OT fumaba demasiado, cada vez que salía. No porque me apeteciera sino por costumbre, y ya no quiero hacer eso. Y además, cuando tengamos hijos no quiero ser el típico padre fumador.

Martin no se acuerda ni de qué estaban hablando. Se ha quedado con el "cuando tengamos hijos".
—¿Quieres tener hijos? —pregunta, emocionado.
—Pues claro. Bueno, ahora no. Dentro de... bastante tiempo, sí. Seremos unos padres buenísimos.

—¿Lo crees en serio?
—Joder, si lo creo. Solo por tenerte a ti ya serán los niños con más suerte del mundo.
—Ay... —Martin está llorando de la ilusión.
—Ay, Martin. —dice Juanjo, abrazándolo con más fuerza y dándole besos en la mejilla. —Que no se te puede decir nada.

Martin se limpia las lágrimas.
—Bueno, que te iba a decir que puedes fumar de vez en cuando, no me molesta. Mientras que no se convierta en hábito está bien.
Juanjo le planta un beso en los labios.
—Vale, amor.

—Jo, es que... me haces tan feliz, Juanjo. Gracias por dejarme quererte y por quererme. Qué ganas tengo de hacer mil cosas contigo. 
—Yo también.
—Voy a estar agradecido a OT para siempre, por haberme hecho conocer al amor de mi vida. —dice el vasco.
—Ay, bebé...
—Y sé que lo vamos a conseguir, y estaremos juntos para siempre. Yo ya no me imagino mi vida sin ti.
—Ni yo, amor.

—Y solo llevamos dos meses. Las parejas normales no están tan enamoradas en dos meses.
—Pero Martin, no somos como las parejas normales, nos hemos conocido en unas circunstancias muy raras.
—Ya. Pero han sido perfectas. Todo ha sido perfecto.

***

Al día siguiente, se levantan tarde y se dan una ducha juntos. Hablan de mil cosas y ríen y no se pueden creer que esta sea su vida. Se van encontrando con algunos de sus compañeros de OT a lo largo del día, y por la tarde les llega una caja de Nude Project a la habitación del hotel.

—Otra cosa que nunca me imaginé que pasaría: una marca enviándonos ropa para promocionarles. —comenta Juanjo.

***

La alfombra roja de la premier es algo desastrosa, entrevistadores y fotógrafos gritando sus nombres aquí y allá. Es raro, no están acostumbrados a esto. Pero lo pasan bien.

Después de un rato, al fin los guían a la sala para ver el primer episodio de "Reina Roja". Cuando se apagan las luces de la sala, Martin le agarra la mano a Juanjo y le acaricia el dorso con el pulgar. Se miran sonriendo.

—Nuestra primera vez juntos en un cine. —susurra Juanjo.
—Estamos haciendo "God only knows" realidad. —contesta Martin.
Chiara, que está sentada al otro lado del vasco, le da un golpecito para que se callen.

***

Esa noche, cuando vuelven al hotel, Martin se acuesta en la cama y Juanjo le trepa encima, sonriendo. Lo besa con intensidad, y Martin se lo permite, entreabriendo su boca para que entre la lengua del otro.

Luego Juanjo pasa a besar la mandíbula del chico, y su cuello, y Martin, entre suspiros, piensa que le dejará una marca pero en ese momento no le importa. Juanjo se quita la camiseta rápidamente y después tira de Martin para que se incorpore y le quita la suya de un jalón.

—Ay, Dios... —murmura Martin, sonriendo con picardía.
Juanjo se ríe y continúan quitándose los pantalones, ansiosos...

***

Al día siguiente pasean por Madrid sin un destino claro, charlando y descubriendo sitios, pero con cuidado de no ir por calles muy concurridas. Por la tarde cogen un taxi hasta la sala La Riviera, donde Juanjo y Paul cantarán "La vida moderna" con Veintiuno.

Cuando llegan, se encuentran con una sorpresa: Maialen también ha sido invitada a cantar una canción. Los chicos de Veintiuno los acogen como si los conocieran de toda la vida, tanto a Juanjo y Paul como a Martin, y Maialen se pasa un buen rato charlando con ellos.

—Martin, ya lo he dicho por redes, pero estás totalmente invitado a venirte a algún concierto, y cantamos algo. Ya cuadraremos una fecha. —le dice a Martin.
—Jo, que ilusión. Es que no te imaginas lo friki que fui yo con OT2020.

—Pero mi edición no tenía comparación con la vuestra, eh. Este año ha habido muchísimo talento. Es que hay actuaciones tan alucinantes... La tuya de la final era para darte los 100.000€ directamente. —le dice a Juanjo.
—Ay, gracias. Nos lo dicen muchísimo, lo de que el casting este año fue muy bueno. —comenta Juanjo.

—Y bueno, vosotros dos es que me habéis robado el corazón. Nunca había visto algo tan bonito y real en la tele. De verdad. Estaréis hartos de oírlo, pero no os imagináis el impacto que tienen estas cosas.

Es cierto que los chicos reciben comentarios similares muy a menudo, pero siempre se sentirán agradecidos de igual manera.

Cuando Juanjo sale al escenario, Martin lo mira emocionado desde un lateral del escenario, con Maialen. El vasco no puede evitar llorar de la emoción que le da ver a Juanjo tan feliz, tan artista, tan increíble.
—¡Ay, pero no llores! ¡Es que eres un amor! —dice Maialen, abrazando a Martin.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora