Juanjo y Martin se despiertan en Magallón cuando suena la alarma del móvil del aragonés a las 8. Martin gruñe cuando su novio se separa de él para apagar el estridente sonido.
—Ven... —murmura, medio dormido.
Juanjo se vuelve a acurrucar con el chico, abrazándose a él y buscando su calor.
Al cabo de un rato, comienza a acariciar la espalda de Martin, con delicadeza, y le susurra:
—Vamos, mi vida. Hay que levantarse, que tenemos que ir a la estación.
—Hmm... qué sueño...
—Ahora duermes en el tren.
Al final Juanjo consigue arrastrar a Martin de la cama y se ve obligado a escogerle la ropa y ayudarle a vestirse porque está dormidísimo.
—Venga, desayuna, cariño —insiste Juanjo luego, con Martin a punto de quedarse dormido en la mesa de la cocina. Le prepara un café bien cargado, y consigue revivirlo un poco.
El vasco lleva semanas haciendo rodajes de turno nocturno, y a los últimos dos conciertos ha llegado sin haber dormido prácticamente nada.
Su reloj corporal está muy alterado, y despertarse a las 8, la hora a la que normalmente se va a la cama, le cuesta muchísimo. Le está empezando a pasar factura esto del rodaje, y a Juanjo le da mucha pena verlo así.
***
—Venga, ciérrate los ojitos y descansa —le dice cuando al fin están sentados en el tren con rumbo a Madrid.
—Ay, mi amor. Qué día hoy, hacemos 6 meses y tú vas a cumplir tu sueño de cantar con Bisbal, en el Wizink... —murmura un Martin medio adormilado.
—Mi chico... 6 meses junticos... Venga, un selfie —dice Juanjo sonriendo, y saca una foto con Martin apoyado en su hombro, ambos poniendo morritos.
El vasco se duerme rápidamente apoyado en su hombro y Juanjo se entretiene buscando todos los stickers del número 6 disponibles en Instagram. Sube la foto con muchos seises coloridos en una esquina, dejando bien claro que hacen medio año juntos. Martin duerme una hora y luego se despierta, sintiéndose mucho mejor.
Aprovechando el mejor estado de ánimo del chico, Juanjo empieza a hablar y no calla, parece un perrito feliz y nervioso. A Martin lo está volviendo un poco loco, pero no se queja porque le resulta adorable. Además, el maño tiene motivos para estar como una moto.
—Seis meses con mi guapo. ¡Me muero! —exclama Juanjo, cogiéndolo de la nuca para darle un beso. —Y encima a cantar con David, a mí hoy me da algo, te lo juro.
Cuánto más se acercan a Madrid, más hiperactivo está, pues los nervios por esta noche comienzan a florecer.
Cuando llegan, Juanjo acompaña a Martin hasta la parada de taxis, cargando con el equipaje de ambos. Continuando la tradición del "princess treatment", Juanjo le pregunta al taxista si puede ir hasta una dirección a las afueras de Madrid.
Martin ha sido invitado ahí, a la "Casa Javis", para la fiesta de cumpleaños de Javier Ambrossi. Al chico le daba palo irse cuando justo hoy hacen seis meses juntos, pero Juanjo insistió en que fuera.
—¿Estás de coña? ¿Tú sabes la de contactos que puedes hacer en esa fiesta? Martin, los Javis te adoran, tienes que aprovechar las oportunidades que te dan. Además, te lo vas a pasar de puta madre. No te ralles, amor.
Cuando el taxista responde de manera afirmativa, le abre la puerta del coche a su novio y le da un besito en la mano antes de irse. A Martin le vuelve loco que Juanjo lo cuide así.
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Detrás de cámaras - Juanjo y Martin
Romance¿Qué nos perdimos entre Martin y Juanjo cuando no había cámaras? Basándome en cosas reales, imagino momentos y conversaciones que pudieron ocurrir. La historia está en orden cronológico, desde las semanas en las que Juanjo aún tenía miedo, vemos su...
