Tras el concierto de Zaragoza, Juanjo y Martin pasan el día en Magallón, con la familia y amigos del maño.
Para la tarde tienen un plan fantástico: irse en coche de paseo por el campo, solos ellos dos, y ver el atardecer juntos.
Nieves los despide desde la puerta de su casa, y mientras Juanjo enciende el coche, la mujer atrapa a Martin para decirle un par de cosillas.
—Pasadlo bien, eh. No le dejes ir muy rápido con el coche, que se flipa y no quiero que os pase nada. Que no quite los ojos de la carretera. Si se distrae con la música se la quitas, mandas tú. Y no le dejes beber, que tiene que conducir a la vuelta. Ah, y...
—Vale ya, mamá. Primero, no llevamos alcohol y segundo, no soy un conductor temerario —la interrumpe Juanjo, dándole un beso en la mejilla. Coge a Martin del brazo. —¿Nos vamos, cariño?
—Sí. Luego nos vemos, Nieves —se despide Martin.
—Adiós, os quiero, ¡tened cuidado!
—Adiós, mamá. —dice Juanjo, y ambos entran en el coche.Los chicos se ponen los cinturones y se miran sonriendo. Adoran este tipo de planes en los que están ellos dos solos.
—Te quiero. —dice Martin.
—Y yo a ti.Se inclinan para juntar sus labios en un beso, y después Juanjo quita el freno de mano y arranca el coche. Le deja a Martin su móvil, que está conectado al coche, para que pueda poner música.
Este desbloquea el móvil y entra en Spotify, y le da a play a una de sus playlists conjuntas. Suena de todo: Bisbal, Amaia, Queen, The Kooks, Phoebe Bridgers, Rosalía, canciones de OT...
Los chicos cantan felices mientras Juanjo acaricia el muslo de Martin, cosa que al vasco le gusta bastante.
Como buen conductor, Juanjo no quita los ojos de la carretera, mientras que el otro se pasa todo el trayecto lanzándole miradas mientras conduce, contemplándolo y admirándolo. Juanjo sigue poniéndose un poco nervioso cuando nota la mirada de Martin.
Suena "La bohème", un tema que a Martin le encanta, y Juanjo baja el volumen de la música del coche cuando el menor la comienza a cantar.
—¿Qué pasa? —dice Martin, parando de cantar.
—Nada, canta. Quería oírte a ti mejor.Martin sonríe y sigue cantando, y Juanjo siente que se derrite escuchando la dulce voz del chico y su sofisticado acento francés. Así debe sentirse estar en el cielo, piensa.
La bohème
La bohème
Ça voulait dire
On est heureux
La bohème
La bohème
Nous ne mangions qu'un jour sur deuxCuando termina la canción, Juanjo siente que está flotando. Esta canción en la voz de Martin siempre tiene ese efecto en él. No entiende como un idioma puede sonar tan jodidamente bien.
—Dime cosas... en francés... —le pide con timidez.
—Pero, ¿qué quieres que te diga? —pregunta Martin, entre risas.
—No sé, dime... dime que me quieres.Martin coge la mano de Juanjo, que está sobre su muslo, y le acaricia el brazo.
—Tu es ma personne préférée, mon amour. Je t'aime plus que tout au monde et j'ai hâte de passer toute ma vie à tes côtés. Tu me rends tellement heureux.
Juanjo está absolutamente derretido y no es capaz de articular palabra. No tiene ni idea de qué ha dicho Martin, solo ha entendido "mon amour", pero le ha bastado.
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Detrás de cámaras - Juanjo y Martin
Romance¿Qué nos perdimos entre Martin y Juanjo cuando no había cámaras? Basándome en cosas reales, imagino momentos y conversaciones que pudieron ocurrir. La historia está en orden cronológico, desde las semanas en las que Juanjo aún tenía miedo, vemos su...