55. Hogar

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Al día siguiente Juanjo sale camino al estudio a las 7:30, y antes de salir por la puerta, va a despedirse de Martin, que duerme.

—Amor... —susurra Juanjo, inclinado sobre la carita de Martin, acariciándole la mejilla. El vasco abre un ojito.

—Que hoy empezáis a rodar la serie... Estoy súper orgulloso de ti y lo vas a hacer genial. Te quiero, me voy ya, ¿vale? ¿Pusiste la alarma? A las 9:30 tienes que estar ahí.
—La puse. Te quiero. —susurra, sonriendo adormilado.
Juanjo le besa la frente y sale pitando.

***

Juanjo hoy produce ayudado por Vic Mirallas, profesor de la academia de OT con el que congenió muchísimo dentro.
Vic siempre lo entendió y supo las cosas que Juanjo quería transmitir, así que tenerlo en el estudio es un lujo para el aragonés.

Martin, por su parte, tiene hoy su primer día de rodaje para "Mariliendre". Le emociona mucho ser parte de un proyecto tan grande. Le ha dado un montón que pensar, esto de haberse metido de sopetón en la vida del actor, esto de estar trabajando con profesionales del cine a los que ha admirado desde siempre.

En este primer día de rodaje se da cuenta de algo: tras haber pasado semanas ensayando un papel, todo se ha vuelto en su cabeza plenamente ficticio y superficial. Todo ha sido cuadrado, casi mecánico, y esto le ha llevado a pensar en Juanjo...

Realmente está tan profundamente enamorado que siente que nada podría hacerle dudar. Jere, su personaje en la serie, es solo eso: un personaje. Todas las relaciones que Jere pueda tener, todos los besos, las palabras de amor.... Todo es falso para Martin, y su Juanjo es lo único real.

Esta es una reflexión que el vasco nunca haría en voz alta, pero es así. Interpretar otras relaciones le ha hecho ver lo totalmente inquebrantable que es la suya.

***

Cuando llega a casa, tiene unas ganas locas de abrazar a Juanjo y besarlo, y de decirle lo muchísimo que lo quiere. El aragonés lo recibe con un tulipán en la mano, a juego con la camiseta rosa pastel que lleva puesta.

—Para mi actor favorito. Mi estrella de cine. —dice nada más abrirle la puerta.

Martin coge la flor sonriendo y se lanza al cuello del otro, abrazándolo. Juanjo le rodea la cintura con los brazos, dándole besitos en la mejilla.

Tras un par de segundos, el mayor intenta soltarse del abrazo, pero Martin no lo deja ir, apretándolo más fuerte.

Juanjo lo coge por debajo de los muslos, alzándolo en el aire. Martin, entre risas, rodea la cintura de Juanjo con las piernas.

El aragonés camina cargando con él hasta el sofá, donde lo deposita con cuidado, y se sienta a su lado. Martin se quita la camiseta quejándose del calor y procede a agarrar las mejillas de Juanjo con desesperación para besarlo.

—Te quiero tanto... —le dice entre beso y beso. —Estoy tan... enamorado...
—Y yo de ti. —contesta Juanjo, disfrutando del beso.

No entiende muy bien este ataque de amor de Martin, pero no se va a quejar.

El vasco coge el móvil y saca un selfie mientras se besan.
—Para la posteridad. —dice.
—Una sin beso, para subirla. Que entra una luz bonita de la ventana, estamos guapos.

Sacan una foto mirando a la cámara, y la observan durante unos segundos, maravillados con la tranquilidad que transmiten. Martin la sube a su historia de Instagram.

***

Al día siguiente Juanjo pasa por el Colegio Mayor por la mañana, a devolverle a su amiga Irene una chaqueta.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora