92. Magtan en París

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Cuando el avión comienza a descender, Juanjo despierta a Martin, que duerme con la cabeza apoyada en su hombro.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —pregunta el vasco, sobresaltado.
—Vamos a aterrizar ya —dice Juanjo, tenso y claramente asustado.

Martin le coge de la mejilla para acercarlo a su cara y dejarle un cariñoso beso en los labios.
—No tengas miedo, mi amor —le susurra, entrelazando sus manos. —Estoy aquí contigo.

El avión tiembla sobrevolando el asfalto, y finalmente aterriza, con una fuerte sacudida que hace que Juanjo empuje su mano contra el asiento delantero mientras su pulso se acelera. Una vez que están en tierra, Martin le coge ambas manos y se las besa, para tranquilizarlo.

—Ya estamos, mi vida. Respira.
—Joder, Martin, cómo odio los putos aviones —murmura el maño, tratando de obedecerle y respirar.

Martin saca su labio inferior en un puchero.
—Estamos en París... solo me puedes llamar Magtan.
A Juanjo se le olvida enseguida el miedo que ha pasado, pues su chico le arranca una tierna sonrisa.
—Ay, mi Magtan... mi cruasán de chocolate.

El menor lo mira con el ceño fruncido ante este carameloso apodo, y Juanjo lo besa, muerto de risa.

***

Los chicos se reúnen con sus compañeros en el aeropuerto y se dirigen en taxi hacia un restaurante parisino. Los finalistas de OT 2023, menos una... La ausencia de Naiara se nota y les da mucha pena. Saben que no es así, pero inevitablemente se siente como si la zaragozana quisiera desvincularse de OT y por ende, de ellos. Deciden obviar el tema y no comentarlo, pues a todos les duele un poco.

—Bueno, se ha reunido la familia desestructurada —comenta Paul, mientras leen la carta del restaurante traducida al castellano.
—Sí, Juanjo y Martin son los padres y Ruslana su hija —dice Lucas. —Yo soy el padre soltero y Paul mi hijo.

—Me gusta eso, sí. Y, ¿por qué viajamos juntos, las dos familias? —pregunta Martin entre risas, interesado en esta ficción.
—Hmm... —dice Lucas, inventándose una respuesta. —Es que el Juanjo y yo somos hermanos.

—Ah, comprendo. Pues yo me llevé todos los genes buenos, eh —lo pica el maño.
—Papá, no le digas esas cosas feas a mi tío favorito —suelta Ruslana, siguiéndoles el rollo.
—Calla, niña, tú ponte a ver Peppa Pig —contesta Juanjo.

Los cinco amigos estallan en risas y se sienten de pronto como si volvieran a estar en esas últimas semanas en OT... Pero en el fondo saben que todo ha cambiado. Ya no son niños aislados del mundo, protegidos en la academia que les vio crecer. Ahora son artistas con proyectos, carreras musicales y fans a los que contentar.

—Savez-vous ce que vous voulez manger? —pregunta una camarera sonriente, lista para tomar su pedido.

Martin alza la voz y le comunica lo que sus amigos quieren comer, en un refinado acento francés que vuelve loco a Juanjo. Ruslana hace el amago de limpiarle la baba mientras el vasco habla.

—¿Habéis visto a mi Magtan? —suelta Juanjo cuando la camarera se va, picoteándole la mejilla cariñosamente a su novio.
—Se ve resexy el Martin hablando francés —dice Lucas vacilón.
—No empieces a ligarte a mi hombre, uruguayo.
—¡Ya está el celoso!

***

Un rato después los cinco amigos se encuentran paseando por París, charlando animadamente. Martin se pasa el camino romantizando todo lo que ve, sacando fotos de la ciudad y de sus amigos con su cámara digital (y muchas de su novio).

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora