72. Séptima parada: Zaragoza

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Juanjo está que tiembla de la emoción. Su familia entera y sus amigos de casa están en el Espacio Expo de Zaragoza, incluida su querida abuela. Rafa, el padre de Martin, y su amiga Arrate también han venido y están con la familia Bona, conversando animadamente y emocionados por ver a Juanjo y Martin en el escenario.

—A ver cuándo me presentas por fin al Martin, hijo. —le dijo a Juanjo su abuela Maricarmen cuando fue a visitarla esa mañana.
—Lo vas a conocer, tranquila, esta noche.

El Espacio Expo es bastante grande, los triunfitos se pierden por los pasillos y los miles de camerinos y salas.

Juanjo y Naiara se remontan al pasado al pasar por la sala donde hicieron hace poco más de un año el casting para entrar a OT. Cómo les ha cambiado la vida en tan poco tiempo.

Martin sabe que hoy es un día muy especial para su Juanjo, y no quiere que nada le preocupe.

Están en una sala a solas, sentados en un sofá.
—No te pongas nervioso, todo va a salir de maravilla. Vas a brillar, mi anfitrión —le dice Martin, cogiéndole de la nuca y atrayéndolo a su cara para besarlo.

—Oh... —los sobresalta la voz de un trabajador de seguridad que se asoma a la sala —Lo siento. —se disculpa, y se aleja rápidamente.

Los chicos se miran y estallan en carcajadas.
—Hacía tiempo que no nos pasaba esto, eh. —ríe Juanjo.
—...Hostia... ¡Hostia, amor! ¿Estás oyendo eso? —grita Martin de pronto.
—¿El qué...? ¿Eh...? ¡Ay, Dios!¡No te creo! —exclama Juanjo al darse cuenta, y comienza a cantar con el gentío. —...en esta ciudad, donde ya nadie suele parar...

Yo me senté, y pude encontrar, un nuevo hogar —completa Martin, cantando con una sonrisa el estribillo de "Mis tías".
—Me muero... Había visto algo de que se iban a poner las majas de acuerdo para cantarla en la cola del concierto.

—Pues lo han hecho. —afirma Martin.
—Joder, qué ilusión, Dios. —dice Juanjo con un hilito de voz. Está a punto de romperse.

—Mi amor, ven aquí —dice Martin, atrayéndolo hacia sí en un abrazo. —Llora, llora, no te contengas. Te va a ayudar a relajarte. Si sales a cantar conteniendo todo, te vas a romper en el escenario.

Juanjo le hace caso y se deja llevar. Llora como un niño pequeño en el hombro de Martin, las lágrimas fluyendo sin parar por sus mejillas.

—Uf —suspira después, más calmado. —Qué feliz soy, Martin. Nuestras familias juntas, en mi ciudad, el amor de mi vida a mi lado, y encima las fans apoyan mi música...

—Mi vida, te mereces eso y más. —le susurra Martin, y Juanjo le dedica una carita de Do a la que el vasco responde regalándole un beso.

Suben a ver el escenario y se encuentran a sus compañeros mirando anonadados hacia arriba.
—¿Qué pasa...? —pregunta Juanjo, pero al subir al escenario lo ven por ellos mismos.

—Ala —murmura Martin.
—La puta hostia —suelta Juanjo.
—Nunca había visto una luna tan bonita... —dice Martin, cautivado.

—Se le llama la "luna de miel" —dice Violeta, sonriendo, con la mirada fija en la enorme luna llena amarilla.

Juanjo se pega a Martin y le abraza la cintura.
—Qué preciosidad... —murmura el maño.
—Vamos a cantar... nuestra canción, en tu ciudad. Bajo esta luna increíble —dice Martin en una tímida voz bajita.
—Yo hoy muero —afirma Juanjo, besándole la mejilla a su chico.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora