78. Martin desconecta

3.5K 204 46
                                    

A la mañana siguiente, tras el concierto, Rebeca y los hermanos de Martin suben al piso majo. Erik y María aún no habían tenido oportunidad de verlo en persona.

—Y aquí está la habitación —se oye decir a Martin.
—¡Qué cama más enorme! —exclama Erik, y seguidamente se oye cómo el niño se lanza sobre el colchón.

—Qué vergüenza, ni hemos hecho la cama —le dice Juanjo a Rebeca, que está sentada a su lado en el sofá, tomándose una taza de café que el aragonés le ha preparado.
—Tranquilo, que Erik no la ha hecho en su vida, no se va a sorprender —dice Rebeca sonriendo.

—Pues para lo grande que es la cama, solo está deshecha en un lado... —murmura María, para que solo la oiga su hermano mayor. —Se nota que hace frío por las noches, que tenéis que dormir pegaditos.
—Cállate —dice Martin, lanzándole una mirada asesina.

—Bueno, ¿nos vamos, pues? —le pregunta el chico a su madre, cuando da el house tour a sus hermanos por finalizado.
—"¿Nos vamos, pues?" —lo repite Rebeca. —Cada vez se te pegan más cosas de Juanjo hablando.

—Mi chico... —murmura Juanjo sonriendo, y le deja un besito cariñoso en la mejilla a Martin.
—¿Y Juanjo no puede venirse? —pregunta Erik con timidez.

—Ay... —dice Juanjo, sonriendo enternecido. —Ojalá. Es que tengo luego sesión en el estudio, y mañana un evento.

—¿Qué evento? —pregunta el niño, curioso.
—Pues es el último concierto de la gira de Manuel Carrasco, que nos han invitado.
—¿Y en el estudio qué haces?
—Déjalo ya, Erik —lo riñe Rebeca.

—Ostras, que son las nueve casi, y tú tienes que estar en el estudio en media hora. Nos vamos ya, venga —dice Martin.
—Adios, Juanjo, hijo. A ver si te vienes a Getxo pronto —se despide Rebeca, dándole un abrazo al chico.

Mari y Erik se despiden del aragonés, y por último le toca a Martin.

La pareja se funde en un abrazo, y Martin le da muchos besitos en el cuello.
—Disfruta de tu familia. Desconecta —susurra Juanjo.
—Sí. Te echaré de menos, mi amor —responde Martin.
—Y yo a ti.

—Vamos, dramáticos, que son dos días —los apremia María.
—Voy —dice Martin.
Busca la carita de Juanjo y le da un beso corto en los labios antes de separarse al fin.

—Te quiero —le dice al maño, ya saliendo por la puerta del piso.
—Y yo a ti, mi amor. Adiós chicos, pasadlo bien.

***

El trayecto en coche desde Madrid hasta Getxo es largo, de unas 4 horas y media. La familia escucha música, canta y charla animadamente.

—Oye, Javier es altísimo, ¿no? —comenta Rebeca. —Viéndolo hablar con Juanjo ayer parecía enorme.
—Jo, ya te digo. Mira que Juanjo es alto, pero Javi le saca casi una cabeza —dice Martin.

—¡Tal cual! Rollo, ¿Juanjo cuánto mide? —pregunta María.
—1'83.
—Ves, pues Javier debe medir 1'90 —dice la chica.

—Es que lo estábamos hablando, y es raro que los chicos sean tan altos —comenta Rebeca. —Ni Nieves ni Juanjo padre son muy altos, la verdad.

—Pues sí. Yo que sé, no me voy a quejar —dice Martin, sonriendo.
—Claro, tienes un novio de metro ochenta y tres que te cocina y te canta, ¿cómo te ibas a quejar? —suelta María.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora