94. Armario compartido

3.7K 242 57
                                    

A la vuelta de París, Juanjo y Martin pasan un par de días juntos en Barcelona, el maño para grabar promo y el vasco porque está de vacaciones y le apetece acompañar a su novio.

Juanjo tiene por tanto varias citas con distintos medios para grabar entrevistas sobre el estreno de "Mis tías", y Martin lo espera como un novio orgulloso, haciendo tiempo paseando tranquilamente por la ciudad catalana.

Cuando Juanjo sale de la sede de Cadena SER Catalunya, tras haber hablado sobre su single en la radio, se encuentra a Martin esperándolo sentado en un banco de la calle con una granizada en la mano, guapísimo con su camiseta de "I ♡ Paris".

—Hola, lindo —lo saluda el aragonés, tirando de su brazo para ayudarlo a ponerse de pie, y depositando un cariñoso beso sobre sus labios.
—¿Qué tal la entrevista? —le pregunta Martin, ofreciéndole su granizada para que la pruebe mientras comienzan a caminar, el mayor enganchando su brazo con el de este.

—Bien... hmm, qué fresquita —murmura Juanjo, tras chupar de la pajita —. ¿Puedo más?
—Acábatela —contesta Martin, dándole el vaso con una sonrisa. Siempre será incapaz de decirle que no a Juanjo.

—Joder, han empezado a hablar de política... y en catalán, encima, que yo casi no entendía nada —le cuenta Juanjo, con un suspiro de exasperación —. Estaba acojonado por si me preguntaban algo o... yo que sé, no quería meterme en esos temas. He estado súper tenso en un momento.

—Jo... lo siento, mi amor —le dice Martin, sacando su labio inferior hacia fuera en un puchero.
—No pasa nada, ha ido bien. Y ahora estoy con mi chico, paseando por la ciudad en la que lo conocí —contesta Juanjo, dedicándole una tierna sonrisa y dejándole un besito en la mejilla.

Los chicos alzan la mirada para contemplar la imponente Sagrada Familia al pasar por delante de esta.
—Es fuerte, eh. Aquí nos conocimos, hablamos por primera vez... —dice Martin, pensativo —. Nos gustamos... nos enamoramos...
—Nos besamos por primera vez... —añade Juanjo —. Ay, Barcelona.

Martin aparta la mirada de la bonita iglesia para mirar al chico que tiene al lado, agarrado a su bicep. Le sonríe con ternura.
—Ay, Barcelona —lo imita —. Te quiero.
—¿A Barcelona o a mí? —pregunta Juanjo mirándolo, juguetón.

—A Barcelona porque aquí conocí al amor de mi vida... —contesta Martin, alzando la barbilla al hablarle, para poder así mirarlo a los ojos —. Y a ti porque eres el amor de mi vida.

Juanjo se inclina arrugando la nariz, y la frota cariñosamente con la del vasco en un beso de esquimal. Alza entonces la mano para acariciarle la mejilla al menor, antes de depositar un suave beso en su boca, bajo la sombra de una construcción tan simbólica como lo es la Sagrada Familia.

Los chicos explotan al máximo el tiempo que tienen juntos en Barcelona, porque saben que una vez termine, comenzarán sus vacaciones separados. Obviamente ambos tienen ganas de ver a sus familias y amigos, pero estarán muchos días sin verse y les da vértigo. Al fin y al cabo, llevan pegados desde noviembre, y separarse asusta.

***

Los chicos están en casa, en Madrid, y mañana temprano cogerán dos trenes que salen a la misma hora pero se dirigen a destinos diferentes: uno a Bilbao y el otro a Zaragoza.

Son las seis de la tarde y Martin y Juanjo llevan ya un buen rato preparando sus respectivas maletas, pero se distraen fácilmente de esta labor, ya sea por discusiones varias o por perder el foco.

Cuando Juanjo llega a la mitad de la lista que ha escrito a mano para que no se dejen nada atrás, tacha todo lo que ya han cogido. Martin lo observa con su rotulador y su libretita, sentado en la cama como un niño pequeño.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora