La incomodidad hizo que me despertara intente moverme pero el espacio no me lo permitía nos habíamos quedado dormidos en el sofá, él tenía su brazo sobre mi cintura y aun dormía plácidamente por lo que intente no hacer ningún movimiento que lo despertara supuse que en algún punto había buscado una cobija y nos arropo, ya que ambos estábamos arropados con la cobija de su cama sin embargo, un sonido proveniente de la cocina hizo que me sorprendiera, aferre la cobija a mi pecho e intente con sumo cuidado levantar mi cabeza para ver sobre el sofá pero el esfuerzo de no despertar a Abbel fue imposible porque al sentir el movimiento se despertó y levantó su cabeza al igual que yo, Dany quien había sido el responsable del ruido se percató que ya estábamos despiertos.
—Buen día Adan y Eva — dijo de manera enérgica mientras preparaba algo.
— Buenos días — respondimos Abbel y yo al unísono mientras nos sentábamos en el sofá.
Yo me enrolle la cobija al cuerpo mientras buscaba mis prendas sin embargo, Abbel me ofreció usar su franela mientras conseguía mi falda, la verdad estaba mejor ya que me quedaba más larga su franela que mi propia ropa, él al colocarse su pantalón fue a la cocina y sirvió dos tazas de café
— ¿Alguna vez han pensado en respetar el sofá? — dijo entre risa al momento en el que me senté en la barra desayunadora y Abbel me paso mi taza de café.
— lo siento nos quedamos dormidos cuando llegamos — Abbel se excuso.
— Si me di cuenta — respondió levantado su ceja— ¿podrían dejar de desgraciarme? — pregunto con sarcasmo. "Desgraciar" (expresión utilizada para referirse a que nos vio desnudos).
— Tu que estas siempre donde no te llaman — dije soltando una carcajada.
— Ustedes que creen que andan en el paraíso — respondió colocando en la barra desayunadora un plato lleno de sándwich de queso — ¿gustan? — nos ofreció, el agarro solo tres y fue a la mesa.
— Gracias — respondimos Abbel y yo, me acerco un plato vacío y luego se acercó a mí y me dio un beso en la frente.
— Lo siento, me quedé dormido, no me di cuenta que había llegado — me dijo cerca del oído.
— Yo igual me quedé dormida, lo bueno es que estábamos arropados — dije tomando un sándwich.
— Yo me quedé dormido — dijo nuevamente.
— ¿Tú no nos arropaste? — pregunte mirándolo sorprendida.
—No — dijo sonrojado, mis ojos se abrieron como grandes platos y voltee a ver a Danny quien estaba entretenido en la mesa con su teléfono y con uno de sus sándwich, voltee nuevamente mi mirada a Abbel quien se encogió de hombros — mejor vamos a comer — propuso.
Decidimos cambiarnos a la mesa donde pasamos el rato no solo comiendo sino también hablando y bromeando, a lo lejos escuche sonar mi teléfono así que me puse a buscarlo mientras que Abbel y su amigo se quedaron en la mesa hablando, era Sara y Jessy quienes me estaban hablando, tenía llamadas perdidas de ambas y muchos mensajes así que senté en el mueble y empecé a responder los mensajes, les explique que me había venido con Abbel a su casa y que estaba bien, una vez más estaban molestas por no haberles avisado.
— ¿Está todo bien? — preguntó Abbel desde la mesa, me volteé y le respondí-
— Si, todo bien son mis amigas, no saben dónde estoy — concluí, seguí hablando con ellas, andaban intensas preguntando qué pasaba poco después vi pasar a Danny el amigo de Abbel y subió las escaleras a los segundo Abbel se acomodó en el sofá y me arrimo para quedar entre sus piernas, me abrazo y me dio un beso en la mejilla.
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Las chicas Biancci (TERMINADA)
JugendliteraturLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...